10 sorprendentes razones por las que el amor no es complicado

Si hay algo por lo que la gente se esfuerza, sin duda, es por el amor. De hecho, puede que te hayas encontrado intentando recomponerlo como si el amor fuera un rompecabezas, averiguando la estrategia adecuada para conseguirlo. Pero el amor no es así.

Sinceramente, utilizando las sabias palabras de Rex Orange County, amar es fácil.

El amor es intrincado pero no es como un laberinto. El amor no tiene todos estos giros y vueltas por los que tienes que navegar para sentir.

En este artículo, nos sumergimos de lleno en por qué el amor no es en realidad tan complicado (y puede que te sorprendamos).

1) El amor es una elección.

Una cosa sobre el amor es que es una elección constante.

Y puede sonar un poco complicado elegir consciente y constantemente a alguien, pero cuando estés con alguien a quien ames de verdad, todo tendrá sentido.

Cuando el amor es una elección, aprendes que las demás opciones no tienen nada que ver con el amor y descubres que ni siquiera las cosas más triviales que rodean tu vida amorosa os perturbarán a ti y a tu pareja.

Porque el amor es una elección, te recuerda cada día tu espacio seguro. Y esto se aplica también a tu pareja. Si te quiere, no hay peros ni letra pequeña oculta sobre negatividades.

Sabrás que te quieren cuando estén dispuestos a trabajar para elegirte cada día.

2) El amor es seguro.

Cuando amas a alguien, no tienes dudas ni reservas sobre tu relación.

Porque el amor es una elección, eres consciente de tus otras opciones. Y así, cuando eliges a tu persona, eliges intencionadamente estar con ella sin importar las circunstancias. Ya sean días buenos o malos, no querrás abandonar el barco de repente.

Cuando amas a alguien, estás seguro.

Cada día, cada minuto, cada segundo eliges a tu pareja. Y sabes en lo más profundo de tu ser que, venga lo que venga, estás seguro al 100% de que es tu persona.

3) El amor acepta.

Cuando es amor, tu corazón se abre y te permite comprender lo que antes parecían incertidumbres.

Sabes que quieres a alguien y que te quiere cuando ambos dejáis de cuestionaros por qué os pasan las cosas a los dos. Asumís juntos vuestros problemas y facilitáis las cosas.

Ambos aceptáis el crecimiento y os encariñáis con cada versión del otro, por mucho que alguno de los dos cambie. Amáis lo que fueron en el pasado, lo que son ahora y lo que pueden llegar a ser en el futuro. Porque, al final, encontráis vuestro hogar en el otro, pase lo que pase. Y los meros cambios no cambiarán eso.

Aunque ocurran todos los "y si..." que se te ocurran, ellos seguirán siendo el objetivo final. Tú sigues siendo la persona con la que quieren volver a casa. Los dos estáis ahí a largo plazo y eso se nota.

4) El amor perdona.

A pesar de que el amor no es complicado, siempre habrá discusiones y pequeños contratiempos. Pero el lado positivo es que cuando tú y tu s/o os queréis, la paciencia siempre perseverará.

Cuando los dos se quieren, no se dejan llevar por lo peor y se aseguran de crear un espacio seguro para el otro.

Y cuando cometas un desliz y digas palabras que no querías decir, debes estar dispuesto a asumir la responsabilidad de lo que has hecho o dicho mal.

Al final, ambos encontraréis un terreno común o allanaréis un camino juntos. Aprenderéis a perdonar y a aprender de vuestros errores sobre la base de un entendimiento mutuo. A veces, las discusiones pueden hacer mella en una relación, pero cuando ambos aprendéis a perdonaros, veis cómo ambos partís de un lugar de amor.

5) El amor tiene sentido.

En los libros de cuentos y en las películas se habla del destino. Y a veces se piensa que todo es una fantasía que trata de atraer a un niño lleno de asombro. Pero cuando se encuentra el amor, si es que es amor de verdad, las cosas cobran sentido.

Tu pareja y tú congeniáis a la perfección. Vuestros pensamientos y vuestros actos están sincronizados.

Miras a tu pareja y lo sabes. Es tan reconfortante sentir que los dos estáis en la misma onda.

A veces parece demasiado bueno para ser verdad, pero eso no quita que sientas que estás justo donde debes estar.

6) El amor te hace transparente.

Cuando amas a alguien, no sientes la necesidad de ocultarle nada. Tus actos rebosan honestidad y vulnerabilidad por las costuras.

Cuando quieres a alguien, no te obsesionas con hacerte el difícil. La conexión es real y verdadera cuando estás dispuesto a poner tu corazón en la manga.

No tienes miedo de decirle lo que sientes. Y con transparencia, tu pareja no tendrá que recurrir a juegos de adivinanzas.

7) Ama los compromisos.

La gente dice que es difícil saber qué lugar ocupas en la vida de una persona, pero cuando se trata de amor, todo encaja. No hay ganadores ni perdedores en los malentendidos cuando ambos están dispuestos a llegar a un acuerdo.

Cuando amas a alguien de verdad, estás dispuesto a cambiar las cosas. Pero la mayoría de las veces, ya le has dejado un margen de maniobra, y ella ha hecho lo mismo contigo.

Está claro que ambos procedéis de entornos diferentes y el compromiso es el paso hacia un entendimiento común.

Esto es parte de lo que no complica las cosas en tu relación. No tienes miedo de hacer un esfuerzo extra por ellos porque significan mucho para ti. A veces incluso puedes ceder a lo que quieren porque te gusta ver lo felices que son.

Esa sonrisa en su cara es suficiente para poner una sonrisa en la tuya durante toda la semana.

8) El amor hace tiempo.

El amor no es lo único en tu vida. También tienes que intentar equilibrar tu vida laboral, social y amorosa. Este ajetreado estilo de vida puede provocar cambios dinámicos en una relación.

Pero cuando amas a una persona, le dedicas tiempo, incluso si eso significa que vas a cambiar toda tu agenda por ella. Si eso significa que vas a tener que fregar los platos tarde por la noche y que vas a tener que retrasar algunos plazos internos, si es por ella, lo harás.

Y ves que ellos hacen lo mismo por ti sin siquiera pedírselo. Aunque eso signifique que el único tiempo que paséis juntos sea haciendo recados o lavando la ropa.

El amor saca tiempo para ti, incluso cuando menos te lo esperas porque sabes lo ocupados que están. Si eres tú, siempre habrá tiempo.

9) El amor es honesto.

¿Ha oído hablar alguna vez del amor duro? A nadie le gusta la sinceridad brutal, pero en el amor a veces hay una forma de eso. Como uno es tan abierto y se acepta tanto, puede llegar a ser muy franco con sus sentimientos. Pero si quieres a alguien, eres amable cuando eres sincero.

Si es amor, les dices cuándo se equivocan. No tienes miedo de decir lo que piensas y dar rienda suelta a tus opiniones sobre en qué se han equivocado.

El amor te hace saber la verdad, incluso cuando es difícil hacerlo. Si necesitas un poco de espacio para trabajar en ti mismo, deberías contarles cómo te sientes. Les ayudas a entenderte y a saber de dónde vienes. Deberías poder volcar en ellos todas tus preocupaciones.

El amor requiere esta forma de comunicación y sólo puede fomentarse en una relación afectuosa y comprensiva.

10) El amor ve los detalles.

Por último, si de verdad es amor, pueden llegar a sorprenderte con lo mucho que te conocen. Cuando es amor, hasta las cosas más pequeñas se notan.

Si te sientes incómoda con algo, tu pareja lo notará. Si estás en una fiesta y de repente te quieres ir, lo notará por tu forma de actuar. Tu pareja se dará cuenta de tus dificultades y hará algo para que te sientas cómoda.

Cuando te quieren, saben cómo te gusta el café. Saben qué canción te iluminaría al instante en un mal día. Conocen tu comida reconfortante y la que más desprecias. Saben todas esas pequeñas cosas de las que antes no hablabais pero que, de algún modo, ellos notaron.

Incluso toman nota de cosas que acabas de decir de pasada. La forma en que te ven a ti y a tus deseos facilita muchas cosas.

Si la mayor parte de esta lista no se aplica a ti y a tu pareja, quizá no sea amor, o quizá no lo sea todavía.

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