35 características de una persona espiritual

35 características de una persona espiritual
Billy Crawford

¿Conoce a alguien que sea profundamente espiritual?

Si es así, podrían tener algunas de estas 35 características.

No se trata de una lista exhaustiva, pero si alguien muestra un buen número de estos rasgos, se puede afirmar con seguridad que está en camino de ser un ser espiritualmente evolucionado.

1) Son auténticos

Lo más importante de la espiritualidad es la autenticidad. Una persona verdaderamente guiada por el espíritu seguirá a su corazón y dejará que las cualidades que se enumeran a continuación surjan de forma natural desde dentro hacia fuera. Nunca es algo fabricado o artificial.

Aunque el concepto de autenticidad puede resultar difícil de entender para el común de la gente, en realidad es bastante sencillo. Una persona auténtica no se limita a hacer lo que la sociedad o sus iguales quieren que haga, sino que hace aquello en lo que realmente cree, sin excusas ni concesiones.

A decir verdad, ni siquiera tienen que creérselo ellos mismos, basta con que tengan la firme convicción de que es algo mejor que lo que han estado haciendo todo el tiempo.

2) Tienen sentido de la urgencia

Una persona altamente espiritual tiene una necesidad imperiosa de mejorarse a sí misma y al mundo que la rodea. Es una lucha incesante por la perfección, pero nunca se interpone en sus relaciones personales ni en su vida social. No se comparan con los demás y no dejan que eso les derrumbe cuando se encuentran con reveses o fracasos.

Por el contrario, las aprovechan como oportunidades para impulsar su determinación y estar a la altura del ejemplo que dan con sus acciones.

Si son perezosos, tienen el deseo ardiente de trabajar más. Si tienen tendencia a ser arrogantes, tienen el deseo ardiente de ser más humildes.

3) Son inteligentes y sabios

Las personas espirituales aprenden con rapidez y son capaces de reconocer sus fallos y errores más rápido que alguien no tan evolucionado. Aprenden del pasado y toman nota de lo que funciona y lo que no, lo que significa que sus conocimientos se vuelven cada vez más valiosos a medida que pasa el tiempo.

Son muy cultos y tienen muchas ideas sobre cómo mejorar el mundo que les rodea. No se quedan sentados y dejan que otros decidan lo que está bien o mal, sino que trabajan para identificar la raíz de un problema, analizarlo y encontrar una solución que sea sostenible y eficaz.

4) Están en contacto con su espiritualidad

Una persona espiritual comprende que existe un poder superior que controla el Universo y esto le ayuda a estar más en contacto con su propia espiritualidad.

Sin embargo, incluso una persona espiritual puede confundir algunos principios espirituales saludables con otros que no lo son. ¿Quiere saber a qué atenerse? He aquí cómo hacerlo:

En lo que respecta a su viaje espiritual personal, ¿qué hábitos tóxicos ha adquirido sin saberlo?

¿Es la necesidad de ser positivo todo el tiempo? ¿Es un sentimiento de superioridad sobre los que carecen de conciencia espiritual?

Incluso los gurús y expertos bienintencionados pueden equivocarse.

¿El resultado?

Acabas consiguiendo lo contrario de lo que buscas. Haces más por perjudicarte que por curarte.

Incluso puedes herir a los que te rodean.

En este revelador vídeo, el chamán Rudá Iandé explica cómo muchos de nosotros caemos en la trampa de la espiritualidad tóxica. Él mismo pasó por una experiencia similar al comienzo de su viaje.

Pero con más de 30 años de experiencia en el campo espiritual, Rudá ahora se enfrenta y aborda los rasgos y hábitos tóxicos populares.

Como menciona en el vídeo, la espiritualidad debería consistir en potenciarse a uno mismo. No reprimir las emociones, no juzgar a los demás, sino formar una conexión pura con lo que uno es en su esencia.

Si esto es lo que le gustaría conseguir, haga clic aquí para ver el vídeo gratuito.

Aunque te encuentres bien adentrado en tu viaje espiritual, nunca es demasiado tarde para olvidar los mitos que has comprado como verdades.

5) Son humildes

Las personas humildes tienen ese sentimiento de no merecer nada en la vida y siempre están dispuestas a sacrificar su propio éxito y bienestar por el bien de los demás.

No se consideran mejores que los demás y tienen un profundo sentido del asombro ante el mundo que les rodea. Se sorprenden sorprendentemente ante cosas ordinarias, como una puesta de sol o la sonrisa de un bebé.

Aprecian hasta los placeres más pequeños porque son conscientes de que esos momentos no durarán para siempre.

6) No guardan rencor

Una persona espiritual no guarda rencor a quienes le hicieron daño en el pasado.

Son capaces de perdonar a todo el mundo, incluso a quienes les han hecho las cosas más horribles.

Entienden que la vida es demasiado corta para pasarla resentida con otra persona o tramando una venganza.

Es una pérdida de energía, de tiempo y nunca les aportará tranquilidad.

Son capaces de trascender sus propias emociones y mirar el mundo desde un punto de vista más acertado y lógico. Saben que la persona que les hizo daño no controlaba sus actos, que no pensaba con claridad en ese momento y que probablemente se habría arrepentido de lo que hizo si le hubieran dado la oportunidad de recapacitar.

7) Son creativos

Las personas espirituales tienen una gran cantidad de energía creativa en su interior. Son capaces de pensar con originalidad y de idear nuevas formas de hacer las cosas. No se limitan a soñar con cambiar el mundo, sino que lo hacen de verdad.

Por eso sus ideas pueden inspirar a otros a actuar, porque son frescas y originales. No se quedan sentados lamentándose de lo mal que va todo, sino que toman cartas en el asunto y hacen algo al respecto, porque eso es lo que les hace sentirse vivos.

8) Son compasivos

Una persona espiritual tiene un gran sentido de la empatía, la compasión y el cariño. Es capaz de sentir las emociones de los demás y de apoyarlos. No quiere ver sufrir a nadie, por lo que hace todo lo posible por mejorar sus vidas.

Puede que sean un poco más solidarios que la media de las personas, pero saben mantener una distancia adecuada entre ellos y quienes lo necesitan.

9) Son flexibles

Las personas espirituales siempre están dispuestas a ajustar su comportamiento por el bien de los demás. No se limitan a hacer lo que les apetece, sino que hacen lo que beneficiará a aquellos con los que tienen una relación estrecha.

Puede que tengan que cambiar un poco su comportamiento si con ello hacen feliz a otra persona o si les acerca a comprender algo más profundo de sí mismos, pero en general, son muy abiertos de mente en todo.

10) Son benévolos y amables

Muchas personas espirituales tienen la firme creencia de que la energía de una persona es similar a la suya. Pueden ver su propia energía reflejada en el mundo que les rodea, del mismo modo que pueden ver sus propios pensamientos reflejados en las mentes de quienes les rodean.

Creen que una buena persona nacerá en este mundo, porque eso es lo que quieren para sí mismos. Eso significa que serán amables con todo el mundo, pacientes en todo momento y siempre dispuestos a ayudar a los que son menos afortunados que ellos. Piensan que este tipo de vida es la que todo el mundo debería llevar, así que actúan en consecuencia.

11) Son cariñosos y tiernos

Las personas espirituales no sólo son compasivas e indulgentes, sino que también tienen un fuerte deseo de estar cerca de quienes aman y de quienes les importan.

Aceptan el hecho de que este mundo está lleno de imperfecciones, pero no dejan que esto altere su deseo de amar incondicionalmente y de ser amables con los demás. No tienen miedo de mostrarse un poco vulnerables y no dudan en abrirse a personas que quizá no sean todavía sus amigos más íntimos.

12) Tienen un propósito

Una persona espiritual siempre tiene un propósito o una misión en la vida.

Consideran que la vida tiene un sentido intrínseco y que todo lo que ocurre es necesario para su crecimiento y evolución.

No se quedarán de brazos cruzados, sino que encontrarán alguna forma de contribuir al mundo que les rodea.

No temen pasar a la acción y están dispuestos a responsabilizarse de todo lo que hacen.

13) Tienen un propósito en sus vidas

Una persona espiritual nunca permanecerá en el mismo trabajo durante mucho tiempo, porque entonces empezaría a acostumbrarse a su vida y esto haría que se estancara. Siempre buscará cambiar algo o hacer algo diferente. Sabe que lo más importante es estar siempre creciendo y aprendiendo cosas nuevas sobre sí misma.

Si han ejercido una profesión durante muchos años, no tendrán miedo de probar algo nuevo o de aprender más sobre un campo totalmente distinto. Siguen pensando que tienen mucho que aprender y que pueden mejorar, por lo que están dispuestos a cambiar de trabajo o de ciudad en función de lo que les depare la vida.

14) Son honestos consigo mismos y con los demás

Una persona espiritual sabe que es imposible ser completamente pura y que eso no se espera de ella en el mundo real. Sabe que su mente, su cuerpo y sus emociones tienen fallos, lo que le hace ser más comprensiva con los demás y consigo misma.

Son honestos consigo mismos y no se guardan nada de lo que piensan, sienten y creen. Saben que esto es necesario para fortalecer su relación consigo mismos y no dudarán en admitir cómo se sienten para hacer felices también a los demás.

15) Son autosuficientes

Una persona espiritual sabe que es imposible confiar en otra persona, porque nadie es completamente fiable.

Siempre harán lo que puedan para hacer del mundo un lugar mejor y también querrán ser felices, pero no dependen de los demás para ello, sino que saben que todo depende de ellos y que no hay nadie más que pueda ocupar su lugar. Esto les da una sensación de seguridad porque se sienten menos vulnerables cuando las cosas no salen como ellos quieren.

16) Son autodisciplinados

Una persona espiritual sabe que siempre debe mantenerse en el buen camino en la vida y que no debe ir en contra de su moral sólo para alcanzar un determinado objetivo. Sabe que si está mal, está mal y que no se gana nada haciendo algo que es inmoral.

No harán las cosas sólo porque puedan, sino porque creen que les harán crecer en la vida o quizá les acerquen a un objetivo importante que se han fijado.

17) Están agradecidos por lo que tienen

Una persona espiritual sabe que todo lo que tiene se lo ha dado el Universo y eso le hace estar agradecida de estar viva.

Siempre tienen pensamientos positivos, porque saben que si creen en algo con suficiente fuerza, se hará realidad.

Están agradecidos por todas las malas experiencias que han tenido en la vida, porque les han convertido en lo que son hoy.

18) Están en paz consigo mismos

Una persona espiritual sabe que es imposible que sea perfecta o que sea completamente feliz en todo momento y esto significa que cuando comete errores, no se castiga por ello.

Saben que nunca serán realmente felices hasta que estén en paz consigo mismos y que no tiene sentido perseguir un sentimiento de felicidad cuando sabes que puede que nunca lo consigas.

19) Están dispuestos a renunciar a sus posesiones por el bien de otra persona

Una persona espiritual sabe que todo lo que tiene no es suyo por derecho.

Todas las cosas que poseen les han sido regaladas por personas que en realidad no las merecían en primer lugar, por lo que si estaba bien que otros las tomaran, esto significa que estará bien que las regalen cuando lo consideren necesario.

Están especialmente dispuestos a renunciar a sus posesiones por el bien de otra persona y no se sienten culpables por hacerlo. De hecho, consideran que es una forma estupenda de ayudar a quienes puedan estar necesitados.

20) Siempre se esfuerzan al máximo por mejorar.

Una persona espiritual nunca dejará de intentar superarse.

Saben que esto es imprescindible para convertirse en una versión más refinada de sí mismos y no pueden parar hasta alcanzar este objetivo.

Observan sus puntos débiles e intentan por todos los medios eliminarlos de su personalidad.

21) Están tranquilos bajo presión

Una persona espiritual sabe que la única forma de ser verdaderamente feliz es mantener siempre la calma y la serenidad en una situación en la que todos los demás entran en pánico.

Puede que no siempre lo consigan, pero se esforzarán al máximo y esto les facilitará aceptar lo que la vida les depare.

22) Abandonan los rencores

Una persona espiritual sabe que no tiene sentido aferrarse a los rencores, porque éstos no harán ningún bien a nadie.

Están dispuestos a aceptar a las personas por lo que son y esto les facilita amar al mundo que les rodea y perdonar a quienes les han hecho daño.

Esto no significa que se vayan a aprovechar de ellos, sino que están dispuestos a pasar página sin dejar que la situación les siga afectando.

23) Controlan sus emociones

Una persona espiritual sabe que no debe sentirse culpable por cómo reacciona cuando se presenta una situación y no debe sentir que necesita disculparse o sentir que ha hecho algo malo por ello.

Siempre serán capaces de manejar cualquier cosa que pueda surgir y esto se debe a que están tranquilos bajo presión y no dejan que sus emociones dicten hacia dónde van, con quién se relacionan o qué camino les llevará su vida.

24) Son conscientes de que el Universo siempre está ahí para ellos

Una persona espiritual sabe que todas sus acciones tienen consecuencias y esto significa que siempre hará lo correcto. Sin embargo, si no logra hacer lo correcto, entonces sabe que el Universo la llevará en una nueva dirección de todos modos.

No tienen miedo de cometer errores, porque saben que si se esfuerzan al máximo, al final todo saldrá bien.

25) Conocen la importancia del respeto y el amor

Una persona espiritual sabe que todo en la vida está conectado entre sí y que, independientemente de la acción que realice, acabará cosechando los frutos de esa acción.

Son capaces de ver que todo el mundo tiene un propósito en la vida y saben que cada decisión o acción que tomen repercutirá en otra persona de un modo u otro.

Conocen la importancia de respetar a todos y a todo lo que se cruza en su vida y saben que el amor es la raíz de todas las cosas buenas del mundo, por lo que harán todo lo que esté en su mano para contagiar ese amor a otras personas, porque eso es lo que provoca un cambio positivo en el mundo en su conjunto.

Si no eres espiritual, puedes llevar una vida feliz, pero si quieres convertirte en una persona más avanzada, debes intentar incorporar algunas de estas cualidades a tu vida cotidiana.

26) Siempre intentan hacer felices a los demás

Una persona espiritual sabe que todo el mundo merece la felicidad y por eso siempre intentará encontrar la mejor manera de hacer felices a los demás.

Puede que no lo consigan todo el tiempo, pero siempre se esforzarán al máximo para ayudar a los demás, aunque eso signifique que no reciben nada a cambio.

Es una forma estupenda de demostrar cuánto se preocupan por los demás y esto es lo que, en última instancia, les convierte en personas espirituales.

27) Saben ser agradecidos

Una persona espiritual sabe que el Universo le provee de más de una manera y por eso se esforzará al máximo por agradecer todo lo que llega a su vida.

Puede que no siempre tengan posesiones materiales, pero aun así estarán agradecidos por lo que tienen. También estarán agradecidos cuando les pasen cosas buenas y agradecidos cuando les pasen cosas malas, porque entienden que estas cosas son a menudo necesarias para que crezcan como personas.

28) No tienen miedo de hacer un cambio en su vida

Una persona espiritual sabe que siempre tiene el poder de hacer un cambio en su vida, pero nunca se aprovechará de este poder.

Se esforzarán al máximo por seguir el camino correcto y, si alguna vez no les funciona, aceptarán sus decisiones y harán todo lo posible por intentar arreglar lo que ha ido mal.

Ver también: 8 razones espirituales por las que te sientes atraído por alguien que apenas conoces

Entienden que el cambio es inevitable, sobre todo si pensamos en cómo funciona el mundo en general.

29) Comprenden la importancia de ser flexibles

Una persona espiritual sabe que nunca hay un momento en el que pueda quedarse estancada en una determinada mentalidad, porque siempre estará abierta a nuevas experiencias.

Esto significa que son muy conscientes de la importancia de ser flexibles y tener la mentalidad adecuada cuando se trata de casi todo en la vida. Harán todo lo posible en todo momento para ver las cosas desde diferentes perspectivas y verán las cosas de una manera muy simple siempre que sea posible.

30) Saben ser humildes

Una persona espiritual sabe que siempre puede aprender más y no cree que lo sabe todo o que siempre tiene razón.

Comprenden cuánto nos ama el Universo a todos y cada uno de nosotros, y por eso siempre se esforzarán por ser humildes en sus acciones, pensamientos y comportamiento.

31) Son capaces de reírse de sí mismos

Una persona espiritual sabe que no necesita a otras personas para ser feliz, pero eso no significa que viva aislada del mundo que la rodea. Puede que sea espiritual, pero no teme relacionarse con otras personas.

Por eso se esfuerzan al máximo por ser abiertos y sinceros con los demás y también por comprender cuando ocurre algo que les hace infelices.

Una persona espiritual sabe que estas cosas simplemente suceden y que no hay nada más que pueda hacer al respecto.

Por lo tanto, cuando ocurran estas cosas, siempre podrán reírse de sí mismos sobre la situación y no dejar que les supere.

32) Son más agradecidos

Una persona espiritual sabe que todo lo que tiene lo tiene sólo porque el Universo se lo proporciona y cuando algo bueno sucede, siempre estará agradecida por ello. También es consciente de sus propios defectos en la vida y por eso no da todo por sentado.

Esto también significa que una persona espiritual aprecia más las cosas que más le importan en la vida, como su familia o incluso el propio Universo. Sabe que ambas cosas tienen un propósito en la vida y por eso las aprecia tanto.

Si no eres espiritual, no te preocupes porque aún puedes llevar una vida increíble y hacerla tuya al final.

33) Saben manejar sus emociones

Una persona espiritual sabe que el Universo provee para ella, pero aunque el Universo provea para ella, no significa que siempre estará contenta con su situación y su nivel de vida actual. Seguirá intentando ver qué fue lo que falló para encontrar de nuevo el camino correcto.

Por eso saben manejar sus emociones y eso es también lo que les convierte en personas espirituales. Son capaces de tomarse todo en la vida como viene, pero al mismo tiempo, siempre se esforzarán al máximo en todo momento para que todo les vaya bien en la vida.

34) Aprenden del pasado

Una persona espiritual sabe que nunca lo sabrá todo en la vida, pero eso no significa que no preste atención a todas sus experiencias, las reconoce y las utiliza como una forma de aprender más sobre el Universo y su funcionamiento.

Entienden que toda experiencia en la vida es necesaria para su crecimiento como seres humanos y por eso aprenden del pasado. También saben lo importante que es tener una mentalidad abierta porque eso significa que son capaces de aceptar nuevas experiencias con facilidad, lo que en última instancia les convierte en personas espirituales.

Ver también: El significado psicológico de pensar mucho en alguien

35) No tienen miedo de probar cosas nuevas

Una persona espiritual no cree en estereotipos porque sabe que todo es único y diferente, por lo que no permite que las experiencias anteriores tengan un efecto negativo en sus experiencias actuales.

Saben cuánto nos quiere el Universo a todos y cada uno de nosotros, por lo que siempre se esforzarán al máximo para que todo les vaya bien en la vida.




Billy Crawford
Billy Crawford
Billy Crawford es un escritor y bloguero experimentado con más de una década de experiencia en el campo. Le apasiona buscar y compartir ideas innovadoras y prácticas que puedan ayudar a las personas y las empresas a mejorar sus vidas y sus operaciones. Su escritura se caracteriza por una combinación única de creatividad, perspicacia y humor, lo que hace de su blog una lectura interesante y esclarecedora. La experiencia de Billy abarca una amplia gama de temas, incluidos los negocios, la tecnología, el estilo de vida y el desarrollo personal. También es un viajero dedicado, habiendo visitado más de 20 países y contando. Cuando no está escribiendo o viajando por el mundo, a Billy le gusta practicar deportes, escuchar música y pasar tiempo con su familia y amigos.