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"Querida mujer fuerte, tú no intimidas. Ellos se intimidan. Hay una diferencia".
- Anónimo
Aunque en la cita original el autor sólo se refería a las mujeres, el principio se aplica a todos los que tienen una personalidad fuerte.
Si alguna vez has sentido que la gente se siente amenazada por tu presencia o si alguna vez te han dicho que intimidas, esta cita es aplicable a ti.
A veces, incluso sin pretenderlo, tu personalidad puede resultar muy fuerte y asustar a la gente que te rodea.
¿Cómo saber si tienes una personalidad intimidatoria?
Vamos a responder a eso con esta lista de 15 señales de que tienes una personalidad tan fuerte que intimida a los demás.
Sumerjámonos.
Ver también: Sólo nos enamoramos de 3 personas en nuestra vida, cada una por un motivo concreto.1) No chupas
Complacer a la gente no forma parte de tu vocabulario si tienes una personalidad fuerte.
Es muy sencillo:
No necesitas la validación ni la aprobación de nadie porque confías en tus capacidades.
Mientras tanto, este nivel de confianza en uno mismo puede intimidar a los demás por varias razones posibles:
- Tienen baja autoestima.
- Sus cerebros están cableados para pensar que para salir adelante hay que rascarse unas cuantas espaldas.
- Simplemente son perezosos y prefieren besar culos a esforzarse.
- Sus traumas infantiles les enseñaron que los comportamientos complacientes con la gente son la única forma de evitar los conflictos.
Toma nota:
Una persona con una personalidad fuerte se centra en patear culos, no en besarlos.
2) Eres tu propio dueño
No haces la pelota, así que es lógico que tampoco dependas de otros para decidir por ti.
En lugar de eso, tú tomas tus propias decisiones y asumes sus consecuencias.
Ser independiente es un rasgo admirable, pero a veces intimida, sobre todo en las relaciones.
He aquí por qué:
Tu pareja se siente más segura en una relación cuando se siente necesitada.
Así que imagina lo intimidados que deben sentirse cuando no recurres a ellos en busca de consejo o apoyo.
Probablemente se sientan inútiles con un miedo constante a ser abandonados.
3) Eres elegante bajo presión
Hay belleza en alguien capaz de mantener la compostura incluso en situaciones estresantes.
Pero este atractivo rasgo suyo también puede intimidar a los demás.
Vamos a investigarlo:
Si suelen ser un desastre bajo presión, ver cómo mantienes el aplomo en situaciones difíciles puede disparar la inseguridad de alguien.
Tu elegancia también puede empujarles a ponerse el listón demasiado alto, lo que les lleva a sentirse inadecuados cuando no consiguen igualar tu nivel de compostura en los momentos difíciles.
4) Los quejicas te ponen de los nervios
Mientras que tú te inclinas por defecto por la gracia, algunas personas se quejan como reacción inmediata y por defecto al estrés, ¡y esto te vuelve loco!
Para ti, los quejosos son llorones que aprovechan cualquier oportunidad para encontrar algo malo.
Tu fuerte personalidad no lo deja pasar, sino que denuncia sin remordimientos este comportamiento culpabilizador.
Probablemente no haga falta explicar por qué esto intimida a los quejosos que te rodean:
Ver también: 6 razones por las que un deja vu significa que estás en el buen caminoNo quieren que se les llame la atención.
Mientras ellos se quejan, tú estás ahí fuera resolviendo problemas.
Esto me lleva al siguiente signo de una personalidad fuerte:
5) Buscas soluciones
Cuando te enfrentas a un problema, no tienes tiempo para nada más que para encontrar una solución.
La cuestión es la siguiente: el solucionador de problemas a menudo puede intimidar e irritar a algunas personas.
¿Por qué?
Porque, a veces, pone de manifiesto su propia debilidad o incapacidad para encontrar la solución por sí mismos.
Pero esto es lo que no saben:
- No encontrar la solución no siempre significa fracasar, pero no intentarlo sí.
- No resuelves los problemas para eclipsarlos, sino por un bien mayor.
Una personalidad fuerte no abandona un problema hasta resolverlo.
6) No aceptas mierdas de nadie
Te desagradan mucho las personas que tienen una excusa para casi todo.
Pones el listón muy alto y no te conformas con menos.
También tienes límites claros y no toleras a nadie que se atreva a cruzarlos.
La combinación de tus normas, tus límites y tu personalidad sin pelos en la lengua puede intimidar a algunas personas, sobre todo a las que temen el rechazo y la responsabilidad.
7) Rascas bajo la superficie
Parte de su fuerte personalidad es su sabiduría para mirar más allá de lo obvio y su valentía para desafiar suposiciones y creencias.
Por ejemplo, aunque no sea tu intención, un familiar puede sentirse intimidado cuando desafías sus creencias sobre los roles de género en las relaciones.
Tienen miedo de que les demuestres que están equivocados, y también pueden sentirse intimidados por la confusión que se genera cuando desafías su verdad.
Este pensamiento crítico es útil para navegar por problemas complejos, pero también puede intimidar a quienes se sienten cómodos en sus creencias.
Porque cuando desafías las creencias de la gente, la empujas fuera de su zona de confort.
8) No acepta un no por respuesta
Una lista de lo que hace que una persona intimide a los demás no estaría completa sin hablar de la terquedad.
Tu actitud testaruda puede jugar a tu favor o en tu contra.
Esto es lo que quiero decir:
Tu falta de voluntad para aceptar un "no" desarrolla tu resiliencia, forja tu carácter y te hace aún más fuerte.
Pero a veces empeñarse en algo asusta a los demás porque les dificultas ofrecer su opinión, sugerir alternativas o encontrarte a medio camino.
Tu terquedad puede parecer dominante y hacer que tus compañeros se sientan desanimados y, a veces, incluso disminuidos.
9) Sabes lo que quieres y vas a por ello
Tu obstinación y una visión clara de la vida de tus sueños te impulsan a hacer posible incluso lo imposible.
Eres un perseguidor de sueños nato, y nada puede interponerse entre tú y tus objetivos.
Tu compromiso inquebrantable con tus objetivos puede incomodar a algunos, sobre todo si no están tan motivados como tú.
Además, cuando uno se arriesga en aras de sus sueños, intimida a algunas personas que se conforman con abrazar la estabilidad y previsibilidad de sus vidas.
Pero la persecución del sueño se vuelve más intensa:
10) Sube la apuesta
Como es lógico, una personalidad fuerte como la suya no descansará ni siquiera después de haber alcanzado su meta.
Una vez que hayas alcanzado el punto A, crearás otro sueño, yendo a por los puntos B, C, D, E... ¡incluso hasta el punto Z!
Y hay una buena razón por la que la gente se siente intimidada por tu interminable búsqueda:
Sienten que estás subiendo constantemente la apuesta para provocarles a que compitan contigo.
Pero aquí está la cosa:
Los tipos de personalidad fuerte no dejan de mover el poste de la meta para alcanzar su mejor yo. Desde su punto de vista, su única competencia son ellos mismos y nadie más.
11) Tienes opiniones firmes
Si no tienes miedo de expresar tus opiniones, seguro que tienes una personalidad fuerte.
También puedes apostar por que la gente se sienta intimidada por ti.
Las opiniones firmes pueden incomodar a la gente que te rodea, sobre todo si tienen un punto de vista diferente y no les gusta la confrontación.
A veces, por muy respetuosamente que intentes expresarlos, tus fuertes puntos de vista incomodan a los demás, impidiéndoles expresar los suyos.
12) También tienes un fuerte código moral
No sólo tienes opiniones firmes, sino también un sólido conjunto de principios.
Probablemente se pregunte cómo es posible que alguien se sienta intimidado por algo tan inocente como un conjunto de valores morales.
He aquí algunas posibilidades:
- Puede que no compartan las mismas creencias que tú, lo que les hace sentirse incómodos, rechazados o conflictivos cuando están cerca de ti.
- Pueden estar reteniendo sentimientos de culpa debidos a errores cometidos en el pasado contra la propia moral.
Acuérdate:
Cuando se trata de valores, los opuestos no se atraen.
13) Te mantienes firme
Respaldado por su firme convicción y su inquebrantable brújula moral, no teme mantenerse firme.
No cederá fácilmente a la presión de sus compañeros ni a las amenazas.
Te mantienes firme en tus decisiones, aunque eso signifique recibir reacciones negativas de los demás.
A veces, no dar marcha atrás desafía el statu quo, lo que puede resultar intimidatorio, sobre todo para quienes tienen autoridad o influencia.
Si lo piensas bien, en realidad no hay nada malo en que te mantengas firme. La intimidación procede más bien del miedo de la gente a perder su poder o el control sobre la situación.
14) Eres exigente con tu tribu
¿Qué significa una personalidad fuerte cuando se trata de amistades?
Una palabra: selectividad.
Las personas con una personalidad fuerte no dejan entrar a cualquiera en su vida. Valoran los vínculos significativos y la confianza, por lo que son extremadamente exigentes con sus amigos.
Su miedo a no ser lo suficientemente bueno para entrar en tu círculo íntimo intimida a la gente de tu alrededor. Incluso podrían pensar que eres un esnob por ser intencionadamente selectivo con los amigos.
Pero no dejes que eso te afecte.
Tus amigos pueden influir significativamente en tu vida y tu felicidad, así que tienes todo el derecho a filtrarlos.
15) No suavizas la verdad
La honestidad brutal es otro de los rasgos fuertes de su personalidad.
No te andas con rodeos, no te gusta endulzar las cosas ni andarte con rodeos.
Llamas a las cosas por su nombre y dices las cosas como son sin preocuparte de si ofenden a alguien.
Pero sólo dices la verdad cuando es necesario, normalmente en beneficio de quien necesita oírla.
En última instancia, sigues creyendo que si es hiriente y no beneficioso, lo mejor es no decirlo.
Desgraciadamente, algunas personas no lo entienden. A menudo sólo ven tu honestidad como un ataque a sí mismas o a su carácter.
Tú no intimidas, ellos se sienten intimidados.
No hay nada malo en tener una personalidad fuerte.
Una personalidad fuerte sigue siendo su punto fuerte siempre que no esté pisando, hiriendo intencionadamente o perjudicando a propósito a nadie.
Así que cuando la gente se sienta intimidada por tu fuerte carácter, recuerda:
Eso depende de ellos y no de ti.