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Como alguien que antes era muy religioso (hasta el punto de seguir las reglas ciegamente y sin cuestionarlas) tristemente sé un par de cosas sobre el lavado de cerebro religioso.
Si te preocupa ser víctima de ella, o que alguien que conoces esté siendo manipulado a través de la religión, estoy aquí para decírtelo: todo va a salir bien.
El lavado de cerebro religioso da miedo, pero lo más importante que puedes hacer ahora mismo es conocer las señales de advertencia y actuar con rapidez.
Entremos de lleno:
Señales de lavado de cerebro religioso
1) Se ha quedado aislado
Una de las primeras formas en que una institución religiosa te lavará el cerebro es aislándote de tus amigos e incluso de tu familia.
En mi caso, no era tanto el aislamiento físico -era "libre" de relacionarme con quien quisiera-, pero el aislamiento mental, tío, eso sí que te hace cuestionarte a la gente que quieres.
Empiezas a sentir que no te entienden e incluso puedes empezar a juzgar sus prácticas religiosas (o la falta de ellas).
La verdad es que quienes te lavan el cerebro no quieren que te sientas seguro con tus seres queridos.
Ver también: 17 razones críticas por las que la gente huye del amor (guía completa)¿Por qué?
Sólo pueden controlarte a ti y a tu mente si estás aislado y dependes de ellos. Incluso pueden afirmar que son tu "nueva" familia.
2) No se tolera cuestionar o debatir las escrituras
La mayoría de las religiones tienen normas claras que deben cumplirse y otras que pueden dejarse a la interpretación.
En un entorno religioso sano, uno debe sentirse libre para cuestionar o debatir las escrituras, sin sentirse menospreciado.
Por ejemplo, en la religión en la que crecí, el Islam. La educación, la búsqueda del conocimiento y el debate se fomentan en el libro sagrado, el Corán. Pero a través del lavado de cerebro religioso, te dirán que cuestionar las escrituras equivale a cuestionar a Dios.
En la mayoría de los casos, tus preguntas u opiniones serán acalladas al instante y, en el peor de los casos, si no tienes cuidado, te tacharán de blasfemo.
He estado en esta situación antes, ¡y sé que es mucho más fácil sentarse y callarse!
Los lavacerebros religiosos tienden a adoptar un enfoque de línea dura con respecto a los mandamientos sagrados: no quieren que las interpretaciones liberales desvirtúen lo que predican. En pocas palabras, no quieren que se cuestionen sus interpretaciones.
3) Te animan a seguir ciegamente lo que te dicen
El conformismo es la clave.
No hay lugar para el libre pensamiento cuando te lavan el cerebro religiosamente, ni para el análisis crítico de lo que te dicen.
Si te encuentras siguiendo ciertas reglas sin saber realmente por qué, es muy probable que estés bajo su control.
Sé que no es fácil oírlo... pero es la verdad. Si te dijera que saltaras de un acantilado, seguramente me preguntarías por qué (y luego procederías a pensar en las consecuencias y la estupidez de saltar).
Pero si tu iglesia, mezquita o templo te dice que hagas algo en nombre de Dios y no hay lugar para cuestionarlo, es muy probable que te estén lavando el cerebro.
4) Hay duras consecuencias si vas contra el statu quo
Quizá nunca se haya hablado directamente de ello, pero si tienes la sensación de que romper con la religión te costará caro, no es buena señal.
Estas duras consecuencias pueden incluir:
- Ser expulsado de su comunidad religiosa
- Ser expulsado de su institución religiosa
- Estar aislado de la familia y los amigos
- En algunos casos, puede haber violencia o incluso la muerte.
Entonces, ¿por qué son tan extremas las consecuencias?
Bueno, una de las razones es que somos seres sociales, dependemos de tener una familia o una comunidad a nuestro alrededor. Cuando somos rechazados por aquellos con los que tenemos relaciones estrechas, puede ser muy perjudicial para nuestra autoestima y nuestra necesidad de ser aceptados por los demás.
En pocas palabras, no queremos perder el apoyo, la validación y el consuelo de los demás.
En segundo lugar, el miedo juega un papel importante. Miedo a las repercusiones, a herir a los que te rodean o a manchar la reputación familiar.
Los lavadores de cerebro religiosos (de hecho, todos los manipuladores) son conscientes de esta vulnerabilidad, por lo que la utilizan para mantenerte bajo su control.
En mi caso, no temía que mi familia me repudiara, pero sabía que serían duramente penalizados por la mezquita y la comunidad en cuanto se corriera la voz de que me había vuelto más liberal en mis opiniones.
Desgraciadamente, esto contribuyó en gran medida a que me mantuviera bajo el yugo religioso durante tanto tiempo.
Si quiere leer más sobre las consecuencias de abandonar la religión, este estudio destaca algunos factores interesantes que entran en juego.
5) Los no creyentes o ajenos a la religión se convierten en el enemigo
¿Dónde está el amor?
La mayoría de las principales religiones del mundo promueven el amor y la paz, pero si su interpretación de las escrituras se ha vuelto cada vez más hostil hacia los "extraños", es señal de que quizá le estén lavando el cerebro.
Es uno de los trucos más viejos del libro:
Ellos contra nosotros.
Nosotros contra ellos.
Esta visión extrema hace que los implicados se sientan especiales, como si formaran parte de un grupo exclusivo, reservado sólo a los elegidos.
Todos los demás se van al infierno, aparentemente.
De nuevo, esto contribuye a aislarte de otros puntos de vista. Si vives en una cámara de eco, rodeándote sólo de los que piensan igual que tú, nunca desafiarás ni cuestionarás tu religión.
Este artículo explica las cámaras de eco con mayor profundidad.
En algunos grupos extremistas, como el KKK en Estados Unidos o Al Qaeda en Oriente Próximo, las escrituras religiosas se tergiversan y se convierten en justificaciones para matar a quienes se considera "no creyentes".
Ahora bien, eso no quiere decir que vayas a salir a hacer daño a los demás, pero por favor, sé consciente de lo perjudicial que es demonizar a la gente sólo porque piense diferente a ti.
Puedo garantizarte que si lees tus escrituras religiosas a solas, encontrarás mucho más sobre amar a tu prójimo que sobre odiarlo por seguir una religión diferente.
6) Empiezas a perder tu sentido de la individualidad
Otro signo del lavado de cerebro religioso es la pérdida del sentido de identidad e individualidad, que puede manifestarse en forma de:
- Qué puede llevar
- Lo que puede decir (algunos temas pueden estar prohibidos)
- Con quién puede salir
- Algunas aficiones e intereses también pueden entrar en conflicto con las creencias religiosas
Según mi experiencia, quienes son "sanamente" religiosos consiguen encontrar un equilibrio entre fe e individualidad personal.
La comunidad sigue siendo un aspecto importante de su vida, pero también se tienen en cuenta sus necesidades y deseos individuales.
No ocurre lo mismo con el lavado de cerebro religioso: poco a poco, uno va renunciando a parte de su individualidad para acercarse a su fe.
Es posible que tu institución o líder religioso establezca normas que debes cumplir, aunque no tengan sentido.
Es una clara señal de control: al quitarte tu individualidad, te están despojando de toda autoestima, respeto y, lo que es más importante, valor propio.
Y si eso no basta para hacerte pensar... considera que en las cárceles, como forma de castigo, los delincuentes son reducidos a un simple número. Si tú también te sientes como si no fueras más que un miembro del grupo, tienes que preguntártelo:
¿Por qué?
¿Por qué no se celebra la individualidad?
7) Estás dispuesto a poner la religión por encima de tus seres queridos
Cuando tu familia y tus amigos dejan de ser una prioridad en tu vida, y la religión lo gobierna todo, amigo mío, te están lavando el cerebro.
Está bien no estar de acuerdo con tu familia y está bien que no te gusten sus opciones de estilo de vida.
Pero el problema surge cuando te preocupas más por seguir las normas que por el bienestar de tu familia.
Cuando yo era niño, era normal oír historias de padres que repudiaban a sus hijos porque habían elegido una vida que iba en contra de los valores religiosos de la familia.
A mí me parece una locura, pero cuando estás en medio de todo, renunciar a los miembros de la familia parece un pequeño sacrificio.
Es una triste verdad, pero hay que afrontarla si se quiere superar el lavado de cerebro religioso.
Puede que estos casos extremos no sean tan comunes, pero cuando incluso a un nivel bajo, si estás dispuesto a anteponer la religión a tu familia, es una señal peligrosa de que las cosas han ido demasiado lejos.
8) Las nuevas ideas encuentran resistencia
¿Alguna vez ha tenido la sensación de que las nuevas ideas se descartan al instante o incluso se burlan de ellas?
Si tu institución religiosa rechaza las ideas que no se ajustan a su particular línea de fe, es otra señal de que podrían estar lavándote el cerebro.
Esta es la cuestión...
Poner nuevas ideas sobre la mesa podría amenazar la existencia misma de lo que tus lavadores de cerebros intentan inculcarte. No quieren que pienses con originalidad.
Quieren que suscribas sus creencias y cualquier cosa nueva es vista como una amenaza o un desafío a su "norma".
9) Se siente incapaz de expresar libremente su opinión
Sea cual sea la religión a la que se pertenezca, tener una opinión sobre algo no debería ser pecado. Pero cuando se produce un lavado de cerebro religioso, es demasiado fácil empezar a vigilar los pensamientos.
Puede que notes que cuando expresas algo que no gusta a tu institución o grupo bíblico, te cierran la boca rápidamente.
A medida que pasa el tiempo, empiezas a compartir cada vez menos tus opiniones.
Entonces, ¿por qué no se valoran sus opiniones?
Bueno, la respuesta sencilla es que cuanto menos pienses por ti mismo, menos posibilidades tendrás de ir en contra de lo que te estén enseñando.
Recuerdo que una vez, de niño, comenté que pensaba que los gays y las lesbianas debían tener los mismos derechos, y vaya si no me gustó.
Que te hagan sentir estúpido o inferior por tus opiniones es una forma segura de que dejes de tenerlas.
Ahora multiplica esto por años, al final, dejarás de pensar por ti mismo por completo. Eso es exactamente lo que quieren, y es exactamente por lo que necesitas irte y empezar de nuevo.
¡Tu opinión sí importa!
10) Tu único objetivo en la vida es alcanzar la iluminación religiosa
¿Se da cuenta de que ha aparcado la "vida real"?
Para la mayoría de las personas religiosas (religiosas, no con el cerebro lavado) es normal querer ir al cielo. Ésa es la meta.
Pero la vida sigue hasta entonces. Compartes experiencias con otras personas y aspiras a vivir una vida plena.
Cuando te lavan el cerebro religiosamente, tu amor por la vida disminuye. Sólo te centras en el objetivo final, olvidando todo lo bueno que tiene que pasar entre medias.
Los que te lavan el cerebro te dirán que esta vida es insignificante y sin importancia. Debes centrarte únicamente en alcanzar tu objetivo, ya sea la iluminación divina o llegar al cielo.
Pero la verdad es que no es más que otra táctica para apartarte de la realidad.
Al final, te han dejado:
- Aislado
- Falta de espíritu crítico
- Con poca o ninguna confianza o autoestima
- Recelosos de abandonar el grupo por las posibles consecuencias
- Aislado de otras personas y puntos de vista
Esto es mucho por lo que pasar, y déjame decirte que no ocurre por accidente. La gente que te lavó el cerebro lo hizo conscientemente, ¿y la cruda verdad?
Suele ser en beneficio propio.
La religión es sólo la excusa que han utilizado para engancharte.
Ahora que ya conocemos los signos del lavado de cerebro religioso, veamos cómo combatirlo:
Cómo tratar el lavado de cerebro religioso
1) Salga de la institución cuanto antes
Lo primero que tienes que hacer es salir de cualquier institución religiosa de la que formes parte. Sé que no será fácil, pero si quieres volver al mundo real, necesitarás una separación total.
También es muy importante tenerlo en cuenta:
No tienes que abandonar tu religión.
Tu religión no es la que te lava el cerebro, es la gente que te rodea.
Así que, si tienes miedo de perder la fe, no lo tengas. Simplemente tienes que remodelar tu forma de verla y lograr un equilibrio entre la fe y la vida.
2) Lee las Escrituras por ti mismo
Como hemos comentado antes, las Escrituras suelen tener partes "concretas" que dejan poco margen a la imaginación y otros versículos que pueden interpretarse de distintas maneras.
Cuando te lavan el cerebro, sólo ves las escrituras a través de una lente.
Ahora es el momento de leerlo por ti mismo. Por ti mismo. Sin la ayuda de nadie.
Tómese este tiempo para formarse su propia opinión.
Tal vez te des cuenta de cómo ciertas partes habrán sido tergiversadas sólo para satisfacer las necesidades de tus lavacerebros.
3) Estar abierto a conocer otros puntos de vista
Otra forma importante de superar el lavado de cerebro religioso es empezar a considerar puntos de vista diferentes a los propios. Vea vídeos en Internet. Lea, lea y luego lea un poco más.
Tienes que desaprender todo lo que aprendiste antes y empezar a ampliar tus horizontes.
Puede que al principio le resulte difícil y se resista a nuevas ideas y puntos de vista opuestos.
Intenta dejarte llevar por la corriente, no te adhieras a ninguna forma de pensar en particular y permítete ver qué alternativas existen.
Recuerdo que al principio me sentía muy incómodo escuchando las opiniones de ex musulmanes, pero con el tiempo me di cuenta de que en realidad hacían grandes observaciones sobre la religión.
Llegar a ese punto me permitió relacionarme con diferentes personas y compartir ideas, debatir y aprender unos de otros.
4) Entablar una conversación sana y sin prejuicios con los demás.
Es hora de empezar a hablar con gente de fuera de tu institución religiosa.
Sé que será un reto, sobre todo si has pasado tanto tiempo rodeado de la misma gente.
Pero sal ahí fuera.
Habla con personas de tu propia fe y de otras creencias, pero ten cuidado de no acabar en otro lugar en el que te puedan "absorber".
Si puedes, conoce a otras personas con ideas afines que también intenten liberarse de su lavado de cerebro religioso.
Esto me ayudó mucho: encontré un montón de información en Internet sobre ex musulmanes y su amable apoyo me ha permitido superar muchas de las cosas que me enseñaron mientras crecía.
Una vez más, no es necesario que abandones tu religión si no quieres, pero hablar con la "oposición", como dirían algunos, puede abrirte los ojos e incluso acercarte a tu fe, pero con una relación más sana.
5) Rodéese de sus seres queridos
No hay forma de evitarlo: vas a necesitar amor y apoyo.
Si has sido víctima de un lavado de cerebro religioso, probablemente ya te hayas aislado de tu familia (a menos que formen parte de ella).
Si no es así, te recomiendo encarecidamente que vuelvas a ponerte en contacto con ellos y les pidas ayuda. Te sorprenderá lo acogedores que probablemente serán, después de todo, ¡sólo quieren verte feliz y sano!
Lo mismo ocurre con los amigos. Si la familia no es una opción, recurre a quienes se preocupan por ti incondicionalmente.
Ver también: 10 razones por las que el amor propio es tan difícil (y qué hacer al respecto)La verdad es que te vas a enfrentar a muchos retos en las próximas semanas y meses. No tengas miedo de pedir ayuda, no tienes por qué pasar por esto sola.
6) Empiece a redescubrirse a sí mismo
Ésta es probablemente la parte más importante del proceso de desaprendizaje: aprender sobre uno mismo.
Para mí, esto parecía:
- Hacer cosas que me gustaban antes del lavado de cerebro (escuchar música, disfrutar de la naturaleza y viajar).
- Leer muchos libros de autodesarrollo, así como libros de otras personas que han escapado del lavado de cerebro a través de la religión o las sectas.
- Ver entrevistas a personas que han superado un lavado de cerebro para comprender mejor cómo funciona.
- Participar en talleres para potenciar mi relación interior y empezar a cuestionar el mundo que me rodea.
El taller que más me ayudó se llama Out of the Box, y fue creado por el chamán Rudá Iandé.
Aunque llegué a ella después de haber abandonado mi institución religiosa, descubrí que era increíblemente sanadora para mi alma. También me permitió perdonar a quienes me rodeaban, liberándome de mi pasado.
Esencialmente, Rudá me mostró una perspectiva diferente de la vida. ¿Y cómo sabía que no me estaban lavando el cerebro una vez más?
Bueno, todo de lo que hablaba se centraba en que yo encontrara mis propias verdades.
No me metió ideas en la cabeza ni me dijo cómo tenía que vivir, sino que me dio las herramientas para que me explorara a mí misma y descubriera un mundo nuevo a través de mi propia lente.
Así que, si usted o alguien que conoce está pasando por un lavado de cerebro religioso y quiere salir de él, éste es probablemente el mejor taller en el que puede participar.
Seré sincera: no es barato, pero merece la pena al 100% para disfrutar de una vida de paz interior y satisfacción.
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Una nota final sobre el lavado de cerebro religioso
Si hay una última cosa que puedo decir sobre un tema tan complejo, es que seas indulgente contigo mismo. No vivas en la culpa o la vergüenza por lo que otros te han hecho.
Lavar el cerebro a alguien mediante la religión requiere una planificación cuidadosa: por muy fuerte que seas, hasta el mejor de nosotros puede ser manipulado sin darse cuenta.
Lo importante ahora es empezar a reconstruir tu vida, centrándote en TI, y curándote de lo que pasaste como consecuencia del lavado de cerebro religioso.
Si yo pude superarlo, ¡tú también puedes! Solo tienes que dar ese primer paso y creer en ti mismo.