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¿Se ha fijado alguna vez en cómo algunas personas parecen destilar aplomo y gracia en cualquier situación?
Son los que mantienen la calma bajo presión, manejan a las personas difíciles con facilidad y siempre parecen saber qué decir o hacer.
No es porque hayan nacido con un gen especial o porque sean sofisticados por naturaleza.
No, es porque han desarrollado ciertos hábitos que les permiten desenvolverse con aplomo y gracia sin importar lo que la vida les depare.
No se trata de parecer sofisticado ni de impresionar a los demás.
Se trata de cualidades internas como actuar con integridad, ser respetuoso y humilde.
Estos son los hábitos que realmente hacen que una persona tenga aplomo y gracia.
1. Mantienen la calma bajo presión
¿Conoces a esas personas capaces de mantener la calma ante el caos y el estrés?
Sí, son los que destilan aplomo y gracia. Permítanme que les cuente una pequeña historia para ilustrar lo que quiero decir.
Mi amiga estaba en una reunión de negocios con un cliente difícil que empezó a gritarle y a acusarla de no hacer bien su trabajo.
La reacción inicial de mi amiga fue ponerse a la defensiva y empezar a gritar de vuelta, pero entonces recordó un consejo que alguien le había dado: "En una situación acalorada, el que mantiene la calma es el que sale ganando".
Así que respiró hondo y explicó con calma su posición, aunque su corazón iba a mil por hora.
El cliente se calmó y pudieron continuar la reunión con un diálogo más productivo y respetuoso.
Las personas que irradian aplomo y gracia saben que el pánico y el caos sólo empeoran las cosas, por lo que mantienen la cabeza fría pase lo que pase a su alrededor.
Es un hábito que requiere práctica, pero que realmente les distingue.
2. Manejan con facilidad a las personas difíciles.
En una fiesta, uno de los invitados estaba siendo grosero y conflictivo con todo el mundo.
En lugar de enfadarse o enfrentarse a la persona, una colega se excusó tranquilamente de la conversación.
Sabía suavizar las situaciones tensas y encontrar soluciones pacíficas a los conflictos.
Se trata de un hábito clave para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite desenvolverse en situaciones difíciles sin ponerse nerviosas ni alterarse.
3. Saben lo que hay que decir o hacer.
En un evento de networking, alguien fue preguntado sobre un tema con el que no estaba familiarizado.
Suele ser una situación estresante y, a menudo, la gente intenta demostrar conocimientos aunque no tenga una comprensión profunda del tema.
En lugar de fingir que lo sabía y hacer el ridículo, esta persona admitió que no estaba familiarizada con el tema, pero se ofreció a informarse y volver a ponerse en contacto con ellos.
Ver también: "¿Por qué me odia mi novio?" 10 razones (y qué hacer al respecto)Tenían una forma de decir o hacer las cosas que tranquilizaba a los demás y ayudaba a rebajar la tensión.
Esto suele venir de la humildad y de sentirse cómodo en la propia ignorancia.
4. Actúan con integridad.
A mi jefe le ofrecieron un ascenso en el trabajo, pero con la condición de que tuviera que hacer recortes y saltarse las normas para conseguirlo.
Mi jefe sabía que ir en contra de sus valores y hacer algo poco ético no merecía la pena, así que rechazó el ascenso.
Siempre hacía lo correcto, incluso cuando nadie miraba.
Tenía una fuerte brújula moral y nunca puso en peligro sus valores.
Se trata de un hábito crucial para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite mantener su integridad y autoestima en cualquier situación.
5. Son respetuosos.
En una cena, la anfitriona estaba contando una historia que no era especialmente interesante.
En lugar de mirar el móvil o desconectar, una hermana escuchaba activamente y mostraba interés por lo que decía la anfitriona.
Siempre trataba a los demás con amabilidad y respeto, independientemente de su posición o estatus.
Se trata de un hábito importante para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite mantener su autoestima y el respeto de los demás.
6. Son humildes.
En una conferencia, el ponente hablaba de un tema del que alguien sabía mucho.
En lugar de interrumpir o intentar presumir de sus conocimientos, un amigo escucha atentamente y formula preguntas reflexivas.
Comprendían que nadie es perfecto y siempre estaban dispuestos a escuchar a los demás y aprender de ellos.
Se trata de un hábito vital para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite mantenerse humildes y abiertas a aprender de los demás.
7. Tienen confianza en sí mismos, pero no son arrogantes.
En una entrevista de trabajo, el entrevistador hizo una pregunta difícil de responder.
En lugar de ponerse nervioso o fingir que lo sabe, el entrevistado admite que no está familiarizado con el tema, pero se ofrece a investigarlo y volver a hablar con él.
Tenían una confianza tranquila que les permitía mantenerse firmes sin ser agresivos ni prepotentes.
Se trata de un hábito crucial para las personas que irradian aplomo y gracia, ya que les permite proyectar confianza sin parecer arrogantes o prepotentes.
8. Son amables.
Incluso ante un plato que no es especialmente de su agrado, una persona cortés sabe mostrar aprecio y amabilidad.
En casa de un amigo para cenar, en lugar de poner mala cara o quejarse de la comida, esta persona se tomó su tiempo para dar las gracias a su anfitrión y ofrecerle un cumplido sincero sobre su cocina.
No importa lo que se sirva, siempre se muestran agradecidos y amables, un hábito esencial para quienes destilan aplomo y gracia.
Mostrar aprecio y gratitud hacia los demás no sólo ayuda a construir relaciones sólidas, sino que también se refleja positivamente en el individuo, resaltando su naturaleza amable y digna.
9. Son empáticos.
En una conversación con un colega que estaba disgustado por un asunto personal, alguien escuchó activamente e intentó comprender de dónde venía.
Ver también: 13 formas de despertar su interés rápidamente a través de un mensaje de textoPudieron ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos, lo que les ayudó a ser más comprensivos y compasivos.
Se trata de un hábito importante para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite conectar con los demás a un nivel más profundo y mostrar empatía hacia sus luchas.
10. Saben escuchar.
En una reunión, cuando un miembro del equipo presentaba una nueva idea, esta persona sabía escuchar de verdad.
En lugar de interrumpirles o hablar por encima de ellos, les escuchaban atentamente y les hacían preguntas aclaratorias, mostrando verdadero interés por lo que la otra persona tenía que decir.
Al esforzarse por comprender los puntos de vista de los demás, pudieron mostrarse abiertos y respetuosos con ellos.
Ya se trate de una reunión de negocios o de una conversación informal con un amigo, quienes destilan aplomo y gracia siempre saben escuchar y comunicarse con tacto y elegancia.
11. No juzgan.
En una conversación con un nuevo conocido, alguien se mostró abierto y dispuesto a aceptarlo, a pesar de tener creencias y valores diferentes.
No juzgaron ni criticaron a la otra persona y se mostraron dispuestos a escuchar y conocer su punto de vista.
Se trata de un hábito crucial para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite ser abiertas de mente y respetuosas con los demás, incluso cuando no están de acuerdo.
12. Son flexibles.
En una reunión, el orden del día se modificó en el último minuto y alguien tuvo que dar un giro a su presentación.
En lugar de ponerse nerviosos o frustrarse, mantuvieron la calma y fueron capaces de adaptar su presentación sobre la marcha.
Eran flexibles y capaces de adaptarse a los golpes, lo que les ayudó a manejar situaciones inesperadas con gracia y aplomo.
Se trata de un hábito crucial para las personas que destilan aplomo y gracia, ya que les permite ser adaptables y resistentes en cualquier situación.
13. Son unos graciosos perdedores.
En una competición amistosa, alguien pierde, pero en lugar de enfadarse o poner excusas, acepta amablemente la derrota y felicita al ganador.
Comprendieron que perder es una parte natural de la vida y supieron manejarlo con gracia y aplomo.
Se trata de un hábito importante para las personas que irradian aplomo y gracia, ya que les permite afrontar los reveses y los fracasos con dignidad.
14. Saben manejar la victoria con clase.
En una competición amistosa, alguien a quien admiro quedó primero, pero en lugar de regodearse o restregárselo por la cara a sus oponentes, aceptó amablemente su victoria.
Se tomaron el tiempo de agradecer a sus oponentes el desafío y se mostraron humildes en su triunfo.
Este hábito es crucial para quienes rebosan aplomo y gracia, ya que les permite manejar el éxito con humildad y dignidad.
Tanto si se trata de ganar un partido como de ser reconocido por sus logros, los que destilan aplomo y gracia saben ser ganadores con gracia, mostrando respeto y aprecio hacia quienes les rodean.
Es fácil que el éxito se nos suba a la cabeza, pero los que destilan aplomo y gracia saben mantenerse humildes y gentiles ante la victoria.
Cómo vivir la vida con aplomo y dignidad
Es fácil quedarse atrapado en los aspectos superficiales de la vida: el aspecto que tenemos, las cosas que poseemos, el estatus que ostentamos.
Pero el verdadero aplomo y la dignidad vienen de dentro, de la forma en que pensamos, los valores que tenemos y las acciones que emprendemos.
Para vivir una vida con aplomo y dignidad, es esencial centrarse en el desarrollo del mundo interior.
Esto significa cultivar cualidades como la integridad, el respeto, la humildad y la empatía. Significa ser consciente de tus pensamientos y acciones, y asegurarte de que están en consonancia con tus valores. Significa estar abierto a aprender y crecer, y estar dispuesto a admitir cuando te equivocas.
Todas estas cosas pueden parecer pequeñas e insignificantes por sí solas, pero se suman para crear un estado de ánimo más relajado y tranquilo.
Y créeme, la gente se da cuenta.
Se dan cuenta de su calma y serenidad ante el estrés. Se dan cuenta de su respeto y amabilidad hacia los demás. Se dan cuenta de su amplitud de miras y su disposición a escuchar.
Así que, si quieres vivir tu vida con aplomo y dignidad, empieza por centrarte en tu mundo interior. Trabaja para desarrollar las cualidades que te permitirán abordar la vida con equilibrio y gracia. Y si no estás seguro de por dónde empezar, considera la posibilidad de apuntarte a mi clase magistral gratuita sobre cómo encontrar tu propósito en la vida. Te ayudará a llegar a un estado mental más equilibrado y aplomado, y te pondrá en el camino haciavivir una vida llena de aplomo y dignidad.
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