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¿Ha oído hablar alguna vez del "síndrome del niño perfecto"?
Eso se debe a que no existe un término médico o a que usted mismo es ese "niño perfecto".
El "síndrome del niño perfecto" se puede encontrar por todas partes en nuestra sociedad. Los "niños perfectos" se esfuerzan por ser lo suficientemente buenos desde la perspectiva de sus padres. Siempre se ocupan de sus deberes, siempre ayudan a sus padres, siempre hacen lo que los demás esperan.
Sencillamente, no causan problemas.
¿Pero no crees que merecen la oportunidad de ser un poco malos a veces? Yo sí.
Creo que deberíamos intentar evitar ser el "niño bueno" porque todo el mundo merece cometer errores y aprender. Todo el mundo merece ser libre. Hablemos de los posibles problemas de ser un "niño bueno" y veamos las razones por las que deberíamos mantenernos alejados de ello.
10 razones para evitar ser el "niño bueno"
1) No hay posibilidad de aprender de los errores
Los niños buenos no cometen errores. Siempre van por el buen camino. Hacen todo lo que se espera de ellos. Son perfectos.
¿Es realmente tan malo cometer errores? Probablemente haya oído en alguna parte la frase "aprender de los errores". Aunque suene a tópico, en realidad necesitamos cometer errores para centrarnos en ellos, mejorar y evitar volver a cometer el mismo error en el futuro.
Pero si nunca cometes errores, nunca podrás mejorar. Intenta comprender que los errores forman parte del aprendizaje. Por eso debemos fracasar primero y aprender después.
Una cosa más: cometer pequeños errores en nuestra vida cotidiana nos ayuda a evitar grandes fracasos. ¿Significa esto que los "niños buenos" están destinados al fracaso?
No, el fracaso no es el destino. Pero aun así, permítete cometer errores para aprender y mejorar.
2) Posibles dificultades en el futuro
Hacer las tareas a tiempo, ayudar a los demás, esforzarse al máximo y obtener resultados. Ésas son algunas de las cosas que suele hacer un niño perfecto. ¿De verdad podemos decir algo negativo de estos comportamientos?
Desgraciadamente, sí. A primera vista, un buen hijo puede parecer manos libres, pero en realidad, pensar constantemente en cumplir unas normas que ni siquiera te has puesto tú mismo es bastante angustioso.
Actuar ahora de forma ideal puede acarrear problemas en el futuro.
Ver también: 16 señales claras de que nunca dejará a su novia por ti¿Por qué? Porque poco a poco nos volvemos más y más críticos con nosotros mismos. El estrés y la ansiedad crecen en nuestro interior y un día nos damos cuenta de que no sabemos cómo afrontar estos nuevos problemas. No podemos adaptarnos a los nuevos retos del mundo.
Piénsalo, ¿realmente merece la pena dedicar tanto esfuerzo a los objetivos de otra persona y a costa de futuras dificultades?
3) Los padres se preocupan menos por sus problemas
Todos los niños quieren sentir el calor y el amor de sus padres. No sólo lo quieren, sino que lo necesitan. Pero los padres de un niño perfecto creen que todo va bien con sus hijos, que pueden arreglárselas solos.
No hay de qué preocuparse.
Pero espera un segundo. Un niño es un niño.
Es imposible que una buena chica o un buen chico puedan superar todos los problemas por sí solos. Y no se trata sólo de problemas. Necesitan a alguien que cuide de ellos, que les haga sentir que son queridos. Eso es algo que el famoso psicólogo Carl Rogers llamó amor incondicional: afecto sin limitaciones.
Por desgracia, los niños buenos tienen que enfrentarse a sus propias vidas completamente solos. Nadie se preocupa de sus problemas o necesidades. Pero la verdad es que, por muy bueno o malo que seas, todo niño necesita a alguien que le haga sentir que vale la pena. ¡Y desde luego que lo vale!
4) Reprimen sus emociones reales
Cuando nadie se preocupa por tu problema, no tienes más remedio que reprimir tus emociones. Eso es exactamente lo que ocurre con los niños buenos.
"Deja de llorar", "Aparta las lágrimas", "¿Por qué te enfadas?" Son algunas de las frases que los niños perfectos se esfuerzan por evitar.
Un niño perfecto oculta sus emociones por razones desafortunadas: cuando se siente feliz, piensa que es normal y sigue adelante con su siguiente tarea para cumplir los requisitos de sus padres, pero cuando se siente triste, siente la presión de tener que lidiar con esas emociones negativas y centrarse en las cosas que importan.
Pero en realidad, sus emociones son algo importante, sólo que aún no lo saben.
Ser consciente de tus propios sentimientos es crucial para el bienestar emocional. Intenta liberar tus emociones. No pasa nada por estar enfadado, ni por sentirte triste. Y no pasa nada si sientes el impulso de expresar tu felicidad. No necesitas lidiar con tus emociones, ¡necesitas expresarlas!
5) Temen asumir riesgos
Un "niño bueno" nunca corre riesgos. Creen que todo lo que hacen debe hacerse a la perfección. Como hemos dicho, siempre se esfuerzan por no cometer errores. Por eso les da miedo correr riesgos.
¿Por qué debemos asumir riesgos?
Me explico: si soy una chica buena, esto significa que no tengo experiencia de que los demás me vean como una "chica mala". ¿Y si toleran mi maldad? ¿Y si este lado bueno de mí no es el verdadero yo y los demás aceptan mi lado malo?
Por lo tanto, tenemos que arriesgarnos para ver qué pasa. Tenemos que arriesgarnos porque los riesgos nos dan valor para afrontar las dificultades. Los riesgos hacen que nuestra vida sea más interesante. Y también, simplemente, porque los riesgos y la ambigüedad son algunas de las razones por las que merece la pena vivir.
6) Ser bueno no es su elección
Los niños perfectos no tienen otra opción que ser perfectos. Ni siquiera tienen la oportunidad de no ser lo suficientemente buenos o malos. Ser perfectos es la única opción para ellos.
¿Qué significa no tener elección? Significa que no son libres. Pero creo que la libertad es lo más valioso de nuestras vidas. La libertad es la clave de la felicidad. Y todo el mundo necesita ser feliz. Los niños perfectos no son una excepción.
Ver también: 15 señales espirituales de que tu vida se encamina hacia un cambio positivoNecesitas ser libre para explorarte a ti mismo. Para descubrir tu interior y darte cuenta no sólo de las cosas que puedes hacer, sino también de las que no puedes hacer. Así es como crecemos. Así es como nos desarrollamos y nos descubrimos a nosotros mismos.
Y por lo tanto, esta es otra gran razón por la que debes evitar ser un niño bueno.
7) Cumplir las expectativas de los demás reduce su autoestima
Los niños buenos se sienten desesperados por cumplir las expectativas de los demás. Si es algo que haces constantemente, tómate un momento y piénsalo. ¿Hay alguna razón por la que debas cumplir algo que te piden que hagas? ¿O hay algo que debas hacer?
Personalmente, no lo creo. Cumplir las expectativas de alguien no es necesario para sentir que eres digno de su amor o afecto. Pero eso es lo que creen los niños buenos. Puede que ni siquiera se den cuenta, pero en el fondo piensan que no serán lo bastante buenos para el amor de alguien si le decepcionan.
Demasiada presión sobre los niños les hace sentir que no pueden estar a su altura. Como resultado, se sienten fracasados y esto, a su vez, afecta gravemente a su autoestima.
Intenta darte cuenta de que las únicas expectativas que debes intentar cumplir son las que tienes de ti mismo. Pero incluso en este caso, no estás obligado a hacer algo que no quieres. Eres libre.
8) Tienen menos confianza en sí mismos
La confianza en uno mismo no es menos importante para el bienestar que la autoestima. Y el síndrome del niño perfecto también influye negativamente en la confianza en uno mismo.
¿Qué significa tener confianza en uno mismo?
Significa que confías en ti mismo. Conoces tus puntos fuertes y débiles. Tienes expectativas y objetivos realistas. Pero nada de esto se aplica a alguien con el síndrome del niño perfecto. En cambio, se critican constantemente porque no les gusta su yo actual.
No se sienten aceptados. Pero quieren ser aceptados y por eso se esfuerzan tanto por ser un buen niño. Por desgracia, en el proceso de conseguir el papel de buen niño, pierden su verdadero yo.
Por el contrario, cuando un niño siente que se le acepta por ser él mismo, se siente mejor consigo mismo y, lo que es más importante, empieza a aceptarse tal como es.
9) A mayores expectativas, menor exigencia
Puede sonar un poco extraño, pero en este caso es cierto. ¿Cómo?
Los niños perfectos intentan cumplir las altas expectativas de sus padres. Cuanto más altas son sus expectativas, menos posibilidades hay de que un niño bueno intente conseguir algo más. Lo único que intentan es cumplir las expectativas ya existentes. Pero, ¿y el crecimiento? ¿No necesitan desarrollarse?
Lo hacen. Pero en lugar de eso, siguen las normas de los demás e intentan evitar problemas. Eso es todo. No se preocupan por el crecimiento y el desarrollo.
Y si es algo que te resulta familiar, entonces tienes que dejar de hacer todo lo que los demás esperan de ti.
10) El perfeccionismo es malo para el bienestar
Y por último, el síndrome del niño perfecto conduce al perfeccionismo. Sí, todo el mundo adora esta palabra, pero el perfeccionismo no es bueno. El perfeccionismo es peligroso para nuestro bienestar.
Los perfeccionistas se sienten presionados para hacerlo lo mejor posible. En consecuencia, emplean todo su esfuerzo, dedican demasiado tiempo y malgastan demasiada energía para obtener el resultado deseado. Pero, ¿merece realmente la pena este resultado? ¿Necesitamos ser los mejores en todo?
Efectivamente, debemos intentar ser la mejor versión de nosotros mismos, pero no debemos intentar ser perfectos. Nadie es perfecto, por muy tópico que suene.
Qué hacer cuando te das cuenta de que eres un niño perfecto
Si te das cuenta de que eres un "niño perfecto", intenta desprenderte de tus obligaciones imaginarias y de las expectativas de los demás y permítete descubrir tus verdaderos sueños y metas.
Ten en cuenta que las cosas que te hacen feliz no tienen por qué gustar a los demás, pero no pasa nada. No tienes por qué seguir las normas de la sociedad y ser simpático. No tienes por qué ser un niño perfecto. No tienes por qué cumplir las expectativas de tus padres ni de nadie.
Sólo necesitas ser tú mismo.