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Es fácil regalar demasiado en la vida.
Todos lo sabemos porque hemos pasado por ello. Hemos regalado nuestro dinero, nuestro tiempo y nuestras emociones para conseguir algo que creíamos importante.
Pero, ¿qué hacer cuando no se recibe nada a cambio?
Te amargas, te resientes y quedas atrapado en un ciclo de pensamientos negativos. Aquí tienes 18 señales de que estás dando demasiado y no recibes nada a cambio.
1) Siempre estás poniendo excusas a tu pareja
Sabes que estás haciendo mal, pero no puedes parar.
Siempre estás poniendo excusas a tu pareja, diciéndote a ti mismo que él no es el problema y que todo es culpa tuya.
Pero esto es una profecía autocumplida, porque no progresarás en la vida hasta que dejes de poner excusas para ocultar el mal comportamiento de otra persona.
2) Te cuestionas constantemente cada decisión que tomas.
Esto es señal de que no confías en ti mismo para tomar buenas decisiones por ti mismo.
Quizá porque te han tomado el pelo demasiadas veces.
En lugar de confiar en ti mismo, necesitas que otra persona te diga lo que tienes que hacer y cómo hacerlo; de ese modo, si no sale bien, al menos le echas la culpa.
No te sientes cómodo para
3) Sientes que te controlan.
Tienes la sensación de que otra persona controla tu vida y tú sólo eres un mero espectador.
No tienes el control de tu vida, pero dejas que otro lo tenga.
Te sientes impotente y como si no tuvieras nada que hacer o controlar en tu vida.
Dejas que otro tome las riendas y ni siquiera sabes lo que hace.
Puede ser que hayas dado tanto que se haya vuelto casi normal recibir algo a cambio.
Así que si te sientes como una marioneta en una cuerda, podría ser señal de que te has acostumbrado a que se aprovechen de ti.
¿Qué puede hacer al respecto?
Entonces, ¿cómo dejar de sentir que otra persona mueve los hilos?
Empieza por ti mismo. Deja de buscar soluciones externas para solucionar tu vida, en el fondo, sabes que eso no funciona.
Y es que hasta que no mires en tu interior y desates tu poder personal, nunca encontrarás la satisfacción y la plenitud que buscas.
Lo aprendí del chamán Rudá Iandê. Su misión en la vida es ayudar a las personas a restablecer el equilibrio en sus vidas y desbloquear su creatividad y potencial. Tiene un enfoque increíble que combina técnicas chamánicas antiguas con un toque moderno.
En su excelente vídeo gratuito, Rudá explica métodos eficaces para conseguir lo que quieres en la vida y puede ayudarte a aprender a que no se aprovechen de ti nunca más.
Así que si quieres construir una mejor relación contigo mismo, liberar tu infinito potencial y poner la pasión en el centro de todo lo que haces, empieza ahora mismo echando un vistazo a sus auténticos consejos.
Aquí tienes de nuevo el enlace al vídeo gratuito.
4) Pones tus necesidades en último lugar.
Si siempre pones tus necesidades en último lugar, es señal de que te ocupas constantemente de los demás a expensas de las tuyas.
No estás contento con cómo van las cosas, pero no quieres agitar el barco y disgustar a todo el mundo.
Siempre intentas hacer felices a los demás en lugar de hacerte feliz a ti mismo, y eso se nota en tu forma de vestir, en cuánto comes, en la frecuencia con la que haces ejercicio, en cuánto dinero gastas, en cuánto duermes cada noche, etc.
5) Dedicas más tiempo y energía a tu pareja que a ti mismo.
Siempre pones a tu pareja en primer lugar, aunque no se lo merezca o no te lo pida.
Sientes que tienes que cuidar de ellos porque ellos siempre cuidan de ti (aunque no lo hagan).
Puede que sientas que si dejas caer la pelota, saldrán por la puerta y te abandonarán.
Esto hace que compenses en exceso y acabes llevándote la peor parte la mayoría de las veces.
6) Culpas constantemente a los demás de tus problemas.
Siempre estás culpando a otro de las cosas que pasan en tu vida.
Es casi como si les dieras un pase por su mal comportamiento y no les hicieras responsables de ello.
Tal vez sea hora de que empieces a responsabilizarte de lo que has estado haciendo mal, en lugar de culpar a los demás de tus problemas.
Puede que necesites hacer un examen de conciencia para darte cuenta de que, al darlo todo por personas que no necesariamente lo merecen, formas parte del problema.
7) Te has convertido en víctima de tus propias emociones.
¿Sientes constantemente que la vida está llena de vibraciones negativas?
Si es así, es hora de dejar de permitir que los demás te traten como basura y avanzar en la vida aprendiendo a controlar tus emociones en lugar de dejar que ellas te controlen a ti.
Tal vez sea hora de empezar a practicar el amor propio y el cuidado de uno mismo.
Dejar salir esos sentimientos puede ser difícil, sobre todo si has pasado tanto tiempo intentando controlarlos.
Si es así, te recomiendo que veas este vídeo gratuito sobre respiración, creado por el chamán Rudá Iandê.
Rudá no es otro autoproclamado coach de vida. A través del chamanismo y de su propio viaje vital, ha creado un giro moderno a antiguas técnicas curativas.
Los ejercicios de este estimulante vídeo combinan años de experiencia en respiración y antiguas creencias chamánicas, diseñadas para ayudarte a relajarte y a ponerte en contacto con tu cuerpo y tu alma.
Después de muchos años de reprimir mis emociones, el flujo dinámico de la respiración de Rudá reavivó literalmente esa conexión.
Y eso es lo que necesitas:
Una chispa que te reconecte con tus sentimientos para que puedas empezar a centrarte en la relación más importante de todas: la que tienes contigo mismo.
Así que si estás listo para retomar el control de tu mente, cuerpo y alma, si estás listo para decir adiós a la ansiedad y el estrés, echa un vistazo a sus auténticos consejos a continuación.
Aquí tienes de nuevo el enlace al vídeo gratuito.
8) ¡Te sientes como un impostor!
Cuando piensa en sí mismo, ¿siente que le falta algo?
¿Como si no tuvieras ningún valor o propósito en la vida?
Si es así, podría ser el momento de empezar a cultivar algo de amor propio, porque eso es lo que te ayudará a curarte de todas las emociones negativas.
Además, puede que estés luchando con algo llamado síndrome del impostor.
El síndrome del impostor es una afección a la que se enfrentan algunas personas. Es un sentimiento de inadecuación en el que sientes que no eres lo suficientemente bueno y que todos los demás son mejores que tú.
Es posible que hayas experimentado esta sensación cuando estabas aprendiendo algo nuevo o cuando iniciabas tu carrera o tus estudios.
Es posible que también lo hayas experimentado antes, cuando eras más joven, sobre todo si sentías que todos tus esfuerzos no servían de nada.
El síndrome del impostor puede ser difícil de tratar porque nos hace sentir ansiosos e inseguros sobre nuestras capacidades.
Cuando pensamos en nosotros mismos, empezamos a dudar de si somos capaces de hacer algo bien o de si siquiera tenemos las habilidades necesarias para hacer algo.
Y aquí es donde entra en juego la tendencia a dar demasiado a los demás, porque sentimos que es lo único que tenemos a nuestro favor.
9) Siempre sientes que no tienes tiempo suficiente para cumplir tus objetivos.
Si siempre te falta tiempo, puede significar que tienes demasiadas responsabilidades y poco tiempo para hacerlas todas.
También podría significar que no te estás cuidando, lo que te está frenando en tu vida.
Tú eres la persona más importante de tu vida. ¿Por qué? Si no estás sano, feliz o bien ¿cómo esperas cuidar de los demás?
Algunas cosas tienen que ceder y tienes que sacar tiempo para hacer las cosas que te gustan.
10) Tu autoestima se ha resentido.
Cuando no te sientes bien contigo mismo, puede ser difícil mantener una actitud positiva y una actitud hacia el mundo que te rodea.
Cuando eso ocurre, es el momento de empezar a pensar en cómo puedes cambiar tu perspectiva de la vida y cómo puedes empezar a ser positivo en todos los aspectos de tu vida.
Tal vez pienses que la gente te utiliza porque eres un inútil o porque saben que eres tan estúpido como para caer siempre en sus estratagemas.
Tienes que ser fuerte y aprender a mantenerte firme.
11) Sientes que no tienes amigos de verdad
Es como si todo el mundo quisiera siempre algo de ti y lo que eres como ser humano nunca parece ser suficiente.
Las personas a las que llamas "amigos" a menudo se aprovechan de ti y no sientes que puedas confiar en que sean sinceros contigo.
No son de fiar, te abandonan cuando más los necesitas y siempre te decepcionan.
Siento decirlo, pero estos no son tus amigos. Son parásitos y te están drenando la sangre vital.
Sácalos de tu vida, cuanto antes lo hagas, mejor te irá.
12) Tienes miedo de estar solo... pero no eres feliz con la gente con la que estás...
Si tienes miedo de estar solo pero, sin embargo, no te sientes feliz rodeado de ciertas personas, podría ser una señal de que te has acomodado.
En lugar de arriesgarte, te has acomodado en una vida que no te satisface.
No crees que puedas hacerlo mejor y, por tanto, no te molestas en intentarlo.
Porque has perdido la confianza en ti mismo.
13) Ya no sabes quién eres...
Si hay momentos en los que sientes que no tienes ni idea de quién eres y cuál es tu propósito en la vida, podría ser una señal de que has pasado demasiado tiempo dando a los demás y demasiado poco tiempo recibiendo algo a cambio.
Te has perdido porque te has olvidado de hablar por ti mismo. Te has olvidado de cuidarte.
14) Sientes que tu vida está tan llena de drama... y sin embargo no sabes cómo cambiarlo...
Eres como un vertedero para el drama de los demás.
Como tienes tanto miedo de herir los sentimientos de los demás, sigues asumiendo más y más.
En lugar de que tus amigos y seres queridos se tomen tiempo para escucharte, están demasiado ocupados bombardeándote con sus problemas.
Al final del día, te quedas exhausto de escuchar los problemas emocionales de los demás y de ser absorbido por su drama que has adormecido. No te queda nada para ti.
Aprende a trazar la línea y a establecer límites claros.
Si no por el bien de la paz, entonces por el bien de tu propia salud mental.
15) ¡Sientes que te ignoran!
Puede que te resulte familiar esa sensación.
Ver también: 13 inquietantes señales de manipulación emocional que la mayoría de la gente pasa por altoAcabas de hacer un gran favor a alguien y te han estado halagando con mensajes de texto y llamadas, pero ahora no hay más que silencio de radio.
Han conseguido lo que querían y ya no quieren relacionarse contigo y te dejan fuera.
Esto les ocurre mucho a las personas que tienden a dar demasiado.
¿Por qué?
Porque somos demasiado blandos.
Tienes que empezar a cortar con la gente que te trata mal y si te ignoran, gente como esta debería encabezar tu lista.
16) La gente depende mucho de usted
Un amigo te pide un favor, quizá te pide dinero prestado.
Puede que tengas problemas económicos, pero haces todo lo posible por ayudarles aunque no puedas permitírtelo.
Al fin y al cabo, quieres que estén contentos contigo y no quieres causar olas.
Así que das. Das hasta lo último para ayudarles.
Si les pides un favor, vienen con excusas de por qué no pueden ayudar.
Si esto ocurre a menudo, es señal de que se están aprovechando de ti.
Estás siendo utilizado y explotado, pero no lo ves.
17) Sientes que no eres lo suficientemente bueno para la mayoría de la gente en todo momento.
No te sientes lo suficientemente bueno para la mayoría de la gente en todo momento, especialmente cuando esperan o exigen que seas perfecto en todos los sentidos (lo cual es imposible, por cierto).
Te sientes un fracasado y un perdedor que nunca podrá estar a la altura de los demás, pero esto no es más que una excusa para sentirte inútil.
Tienes que empezar a despertar y darte cuenta de que eres lo suficientemente bueno.
Ver también: Los cinco arquetipos masculinos: todo lo que necesitas saberNo te mereces que te traten así y tienes que tomar medidas.
18) Complaces a la gente en serie
Siempre tienes que ser tú quien se asegure de que todo el mundo está contento, y tienes miedo de enfadar o hacer enfadar a alguien.
Siempre te preocupa lo que piensen los demás y cómo reaccionarán ante ti, y esto significa que pasas mucho tiempo preocupándote por los demás.
Por alguna razón, la palabra no no resuena en ti, y dicho esto, te perjudicas a ti mismo en favor de los demás.
Conclusión
Espero que este artículo le haya resultado útil e instructivo.
Puede que te hayas dado cuenta de que tiendes a dar demasiado a los demás, pero también demasiado poco a ti mismo.
No tienes que cambiar toda tu vida para que este problema desaparezca.
Puedes empezar por hacer cambios en tu rutina diaria y ver si te ayudan a sentirte más equilibrado en tu vida.