10 razones por las que estás tan enfadado contigo mismo (+ cómo dejar de estarlo)

10 razones por las que estás tan enfadado contigo mismo (+ cómo dejar de estarlo)
Billy Crawford

¿Alguna vez ha sentido que su ira le dominaba?

Si es así, no te preocupes porque todos nos enfadamos con nosotros mismos de vez en cuando.

Puede que sintamos que no hacemos lo suficiente o que deberíamos haberlo hecho mejor, pero es importante no quedarse en lo negativo.

El problema de enfadarse con uno mismo es que puede hacer que nos volvamos muy autocríticos, y esto puede llevarnos a no cuidarnos de una forma que sea buena para nuestra salud mental.

Aquí tienes 10 razones por las que probablemente estés enfadado contigo mismo, y algunos consejos para dejar de sentirte así.

1) No puedes aceptar tus errores

Es una historia conocida y suele ser así: últimamente, te encuentras enfadado con tus propios errores. Parece que no puedes dejar de sentirte frustrado por todo lo que va mal en tu vida.

Ver también: Esto es lo que significa cuando una chica dice que necesita tiempo para pensar: la guía definitiva

Tu autoestima ha caído en picado y no puedes deshacerte de ese sentimiento de desesperanza.

Todos hemos pasado por eso.

Cuando cometemos errores o metemos la pata, podemos sentirnos enfadados y frustrados con nosotros mismos.

Dicen que la ira no es más que miedo disfrazado, y es cierto. Cuando nos enfadamos con nosotros mismos, suele ser porque tememos las consecuencias de nuestros errores.

Tenemos miedo de lo que los demás puedan pensar de nosotros, o de fracasar en algo importante para nosotros.

El problema es que pensar en tus errores y enfadarte contigo mismo puede hacerte sentir fracasado e impedirte actuar.

Sin embargo, enfadarte contigo mismo no te ayudará a cambiar tu comportamiento ni a avanzar. De hecho, ¡puede que te esté impidiendo desarrollar todo tu potencial! Y desarrollar todo tu potencial es vital para tu autoestima, que a la larga conduce al bienestar subjetivo.

Así que la próxima vez que sientas odio hacia ti mismo o rabia por lo que ha pasado hoy, aquí tienes algunos consejos útiles para frenar esos sentimientos negativos antes de que se apoderen de ti...

2) Te comparas con los demás

¿Alguna vez ha sentido que los demás lo hacen mejor que usted?

Esta es una de las formas más comunes en que las personas se enfadan consigo mismas: se comparan con los demás.

Podemos comparar nuestras vidas con las de los demás, o podemos comparar nuestros logros y capacidades con los de otras personas.

En psicología, esta tendencia se conoce como "comparación ascendente" y es uno de los sesgos más perjudiciales para nuestra autoestima ¿Por qué?

Porque cuando nos comparamos con los demás, nos exponemos a la decepción, porque siempre habrá alguien que sea mejor que tú en algo, y siempre habrá alguien que tenga una vida más emocionante que la tuya.

Es importante recordar que cada uno tiene sus propias luchas y éxitos y que nadie es perfecto.

Ten en cuenta que, aunque no seas tan bueno en algo como otra persona, no tienes por qué comparar tu vida con la de los demás.

Así que no te enfades contigo mismo por hacerlo, recuérdate que cada persona es diferente y que no pasa nada si tu vida no es exactamente como la de los demás.

3) Tienes expectativas poco realistas de ti mismo

Empieza con una sensación de cansancio. Te sientes frustrado. Crees que te iría mucho mejor en la vida si sólo...

Ojalá fueras más listo, más guapo, más popular, más rico, más sano, más feliz.

Si todo en tu mundo estuviera alineado.

¿Alguna vez has hecho algo y luego has sentido que no era lo suficientemente bueno?

Si es así, puede que te estés abocando al fracaso por tener expectativas poco realistas de ti mismo.

A menudo, quieres hacer un cambio a mejor, pero no sabes cómo dejar de estar enfadado contigo mismo.

Por ejemplo: si eres estudiante y esperas sacar sobresalientes en todas tus asignaturas, pero luego no obtienes las notas que deseas, es posible que te sientas enfadado contigo mismo.

Todos tenemos este problema, porque somos demasiado duros con nosotros mismos y tenemos expectativas poco realistas sobre cómo debería ser la vida. Y lo creas o no, tienes que dejar de ser duro contigo mismo.

Cuando nos enfadamos con nosotros mismos, significa que tenemos grandes expectativas puestas en nosotros y el enfado es nuestra forma de oponernos a no cumplirlas. Al fin y al cabo, si no tenemos grandes expectativas puestas en nosotros, ¿qué estamos haciendo en realidad? ¿Ser mediocres?

En realidad, tener expectativas demasiado altas sobre uno mismo no tiene nada de bueno. ¿Por qué?

Porque puede llevar al perfeccionismo. Y aunque el perfeccionismo puede ser estupendo para tu autodesarrollo, daña tu autoestima y afecta gravemente a tu salud mental.

Así que, si estás enfadado contigo mismo, deja de compararte con los demás y deja de esperar ser perfecto.

En lugar de esperar ser perfecto, acepta que eres humano y que cometerás errores, y perdónate cuando los cometas.

4) Asumes demasiada responsabilidad por las acciones de los demás

A veces, nos enfadamos con nosotros mismos porque pensamos que somos responsables de las acciones de los demás.

En el fondo, sabes que es verdad.

Por ejemplo, si tu mejor amigo está enfadado contigo por algo que ocurrió entre vosotros o si tu cónyuge está enfadado contigo por algo que ocurrió en vuestra relación, puede ser fácil enfadarse contigo mismo porque sientes que es culpa tuya.

Si te sientes responsable de las acciones de los demás, te enfadarás contigo mismo.

Sin embargo, la verdad es que no eres responsable de las acciones de los demás. Es responsabilidad de ellos ser responsables de sus propios sentimientos y comportamientos. No puedes controlar lo que hacen o cómo reaccionan, así que deja de asumir la carga de sus sentimientos y comportamientos.

5) Usted es su peor crítico

Admítelo. Es probable que tengas tendencia a ser muy duro contigo mismo. Es como si tuvieras una voz en la cabeza que te critica constantemente.

Sé sincero, todos lo hacemos.

Tal vez sea usted su peor crítico o crea que los demás le juzgan con más dureza de la que realmente lo hacen.

Si alguna de estas dos cosas es cierta, intenta recordar que la gente, en general, no es tan dura como crees.

Todo el mundo comete errores, y la gente que se preocupa por ti lo entenderá si algo sale mal.

Todos nos enfadamos con nosotros mismos porque escuchamos una voz dentro de nuestra cabeza que nos dice que no somos lo bastante buenos, una voz que puede ser muy crítica e incluso sentenciosa.

La voz dentro de tu cabeza se llama "crítico interior" y suele proceder de tus padres, profesores u otras figuras de autoridad que te trataron mal cuando eras pequeño.

Realidad: el crítico interior puede hacernos sentir que no somos lo bastante buenos, lo bastante listos, lo bastante guapos, etc. Nuestro crítico interior puede ser muy mezquino y sentencioso con nosotros. Es como si el crítico interior fuera el diablo sobre nuestros hombros, criticándonos y juzgándonos constantemente, y nos dificulta la autocompasión y el amor propio.

Así que sí, si estás enfadado contigo mismo la mayor parte del tiempo o si tienes una voz en la cabeza que te critica o te juzga la mayor parte del tiempo, podría deberse a tu crítico interior.

6) No estás acostumbrado a fracasar en las cosas (y eso apesta)

Déjame adivinar: ¡eres un perfeccionista! Y si es cierto, es probable que no estés acostumbrado a fallar en las cosas o a cometer errores.

Puede ser difícil enfadarse con uno mismo cuando se comete un error o se fracasa en algo, porque significa que se ha fracasado y eso, a su vez, hace que uno se sienta mal consigo mismo. De hecho, cuando los perfeccionistas fracasan, a menudo se machacan por el fracaso y se enfadan consigo mismos.

Por eso, puedes pensar que la forma de evitar enfadarte contigo mismo es evitar el fracaso intentando ser perfecto todo el tiempo. Sin embargo, evitar el fracaso es una de las principales razones por las que la gente se enfada tanto consigo misma.

En cambio, si quieres dejar de enfadarte contigo mismo por cometer errores o fracasar en las cosas, entonces tienes que estar dispuesto a fracasar y cometer errores. Para ello, tienes que enfrentarte a ser un fracasado.

Cuando estás dispuesto a fracasar y a cometer errores, es más fácil enfadarte contigo mismo cuando fracasas o cometes un error, porque sabes que fracasar forma parte de la vida y no es el fin del mundo.

Buenas noticias: puedes seguir intentando hacerlo lo mejor posible, pero siempre que estés dispuesto a aceptar que a veces no vas a poder hacerlo lo mejor posible, entonces te resultará más fácil enfadarte contigo mismo cuando las cosas no vayan bien.

7) No sabes lo que vales

Si no conoces tu propia valía y valor, entonces te resultará difícil enfadarte contigo mismo.

Si no estás acostumbrado a enfadarte contigo mismo, es probable que tengas una opinión muy baja de ti mismo.

Puede que pienses que machacarte es la única forma de motivarte para mejorar en la vida o hacer las cosas.

En consecuencia, si quieres dejar de estar tan enfadado contigo mismo, algo que puede ayudarte es conocer tu propia valía y valor.

Si no conoces tu propia valía y valor, entonces te va a resultar difícil aceptar que merece la pena enfadarse contigo.

Puede que pienses que no merece la pena enfadarse contigo por todos los errores y fracasos que has cometido en el pasado.

Es justo, pero si conoces tu propia valía y valor -y si sabes cuánto valen realmente para ti cosas como el amor, la felicidad, la libertad, etc.-, entonces te resultará más fácil aceptar que la ira es una forma de demostrarte a ti mismo que algo es importante para ti y que algo importa.

También te resultará más fácil aceptar que la ira es una forma de decirte a ti mismo que algo tiene que cambiar en tu vida.

8) No eres lo suficientemente asertivo

Puede que pienses que ser asertivo consiste en defender lo que crees y decirle a la gente lo que quieres que haga.

Así es.

Sin embargo, si quieres ser asertivo, tienes que hacer otra cosa: defenderte.

Si no eres bueno defendiéndote, puede ser difícil enfadarte contigo mismo, porque cuando te enfadas contigo mismo, a menudo es porque sientes que otra persona te está diciendo lo que tienes que hacer.

Aun así, si otra persona te dice lo que tienes que hacer y no sabes defenderte, la única forma de expresar tu enfado es enfadándote contigo mismo.

Por ejemplo: si un padre le dice a un hijo que no beba demasiados refrescos porque son malos para la salud y el niño no se defiende y dice: "Soy adulto y puedo tomar mis propias decisiones", entonces el niño podría enfadarse consigo mismo por no defenderse y hacer caso a sus padres.

Pero éste es sólo uno de los muchos ejemplos.

9) Te privan de experiencias significativas

  • No lo estás haciendo tan bien como deberías
  • No eres tan listo como los demás
  • No tienes pareja
  • No tienes suficiente dinero
  • No has viajado lo suficiente
  • Te cuesta hacer amigos

¿Le suena alguna de ellas?

Si es así, es muy probable que estés enfadado contigo mismo porque tu vida diaria no te llena lo suficiente: te faltan experiencias que te resulten significativas.

Sientes que no has logrado gran cosa en la vida.

No estás ni cerca de donde quieres estar en la vida.

No estás viviendo como quieres vivir.

Y eso hace que te enfades contigo mismo.

¡Sí, es verdad!

Sin embargo, debes entender que todos estos límites los pones tú mismo. En la vida real, no hace falta ser inteligente, ni tener una relación, ni tener suficiente dinero.

Si quieres deshacerte de tu enfado contigo mismo, primero debes pensar en qué haría que tu vida tuviera más sentido para ti. ¡Y luego salir a buscarlo!

10) Te falta autoaceptación

No todo es enfado. A veces puedes estar enfadado contigo mismo por algo que ocurrió en el pasado, pero aunque haya pasado mucho tiempo desde entonces y la situación ya no tenga nada que ver con el presente, sigues sin poder olvidarla.

No dejas de pensar en ello y de culparte por lo que ocurrió en el pasado. Y eso hace que te enfades contigo mismo, aunque nada sea culpa tuya.

¿Te suena?

Por ejemplo: cuando ibas al colegio, puede que alguien te acosara y te culparas por no haberte defendido, o puede que alguien te rechazara y te culparas por no ser lo bastante bueno para caer bien.

Ver también: 18 diferencias entre querer a alguien y estar enamorado

Si es así, lo que te hace enfadarte contigo mismo no es la situación en sí, sino tu propia reacción ante ella.

En aquel entonces, me golpeó como una tonelada de ladrillos.

Una vez, una joven llamada Kate me contó que, cuando estaba en el instituto, salía con un chico que no la trataba bien y la engañaba. Y cada vez que él le hacía algo malo, ella se enfadaba mucho consigo misma porque no dejaba de pensar que si hubiera podido hacer algo diferente, quizá las cosas habrían sido distintas.

Pero lo cierto es que nada de lo que ella hubiera podido hacer habría cambiado nada. Ese tipo era un imbécil, y no la habría tratado bien ni aunque fuera modelo.

Es importante entender que no se puede cambiar el pasado. Y si sigues culpándote por algo que ocurrió en el pasado, te resultará difícil seguir adelante con tu vida.

¿Qué puede hacer al respecto?

Para dejar de enfadarte contigo mismo por algo que sucedió en el pasado, primero asegúrate de que realmente no es culpa tuya. A menudo, nos culpamos por cosas que no son culpa nuestra.

Si descubres que realmente fue culpa tuya, entonces tienes que perdonarte. Cometiste un error y es normal, todo el mundo comete errores.

Y si descubres que no es culpa tuya, entonces tienes que dejar de culparte. Esa persona o situación ya no tiene nada que ver con el presente, y pasar tiempo pensando en el pasado sólo hará que te enfades contigo mismo y te deprimas.

Piensa qué haría que tu vida tuviera más sentido para ti ahora, ¡y sal a buscarlo!

6 formas de acabar con la ira hacia uno mismo

Si estás enfadado contigo mismo, lo primero que tienes que hacer es averiguar cuál es el motivo de tu enfado. Pero si ya has identificado la fuente del enfado, ahora es el momento de empezar a trabajar en ella.

A veces, puedes sentir que eres la causa de todo lo malo que te ocurre y que el mundo entero gira a tu alrededor. Pero hay una forma de frenar este tipo de autoenfado, y aquí tienes algunas maneras de hacerlo.

Veamos 6 consejos para dejar de enfadarte contigo mismo.

1) Escribe lo que sientes

Si sientes un arrebato de ira, escribe lo que sientes. ¿Por qué estás enfadado? ¿Qué es lo que te enfada tanto?

¿Preparado?

Este pequeño ejercicio te ayudará a comprender mejor tus sentimientos y, como resultado, la próxima vez que te sientas mal contigo mismo, estarás preparado para controlar tus emociones en lugar de enfadarte contigo mismo.

2) No evites pensar en tu enfado

Evitar pensar en tu enfado y otras emociones negativas sólo empeorará las cosas. Si estás enfadado contigo mismo, tienes que aceptarlo y afrontarlo.

No intentes encontrar excusas para justificar tu enfado contigo mismo. No intentes racionalizar tus sentimientos diciéndote que es normal sentirse así o que todo el mundo comete errores.

En lugar de eso, reflexiona sobre tus sentimientos, sean buenos o malos, y acéptalos.

Lo creas o no, la forma más eficaz de detener la ira hacia ti mismo es aprovechar tu poder personal .

Verás, todos tenemos una increíble cantidad de poder y potencial dentro de nosotros, pero la mayoría de nosotros nunca lo aprovechamos. En lugar de intentar liberar nuestro poder personal, tendemos a dudar de nosotros mismos y de nuestras creencias.

Por eso es difícil evitar pensar en tu ira.

Esto es algo que aprendí del chamán Rudá Iandê. En su excelente vídeo gratuito, Rudá explica por qué es tan importante dejar de buscar soluciones externas para ordenar tu vida.

Su perspectiva única me ayudó a darme cuenta de cómo superar mis creencias limitantes, manejar mis emociones negativas y liberar mi poder personal.

Así que, si estás cansado de estar enfadado contigo mismo y con los que te rodean, estoy seguro de que sus enseñanzas te ayudarán a conseguir la vida que quieres tener.

Aquí hay un enlace al vídeo gratuito de nuevo .

3) Habla con alguien sobre cómo te sientes o qué te preocupa

Cuando estás enfadado contigo mismo, es difícil hablar contigo. Por eso necesitas encontrar a alguien con quien hablar. De hecho, en eso consisten la terapia y el asesoramiento psicológico.

Realidad: el objetivo de hablar con un terapeuta o consejero es hablar de tus sentimientos y superarlos.

Si no tienes a nadie con quien hablar, puedes hacerlo con un amigo o familiar. Elige a alguien que te escuche sin juzgarte ni intentar racionalizar tu enfado.

4) Aprende de tus errores en lugar de castigarte por ellos

La verdad es que todo el mundo comete errores. La clave está en aprender de ellos y no repetirlos.

Si estás enfadado contigo mismo por haber cometido un error, intenta averiguar en qué consistió y por qué lo cometiste. Luego, puedes utilizar esa información para evitar que vuelva a ocurrir en el futuro.

5) Busca lo que tienes de bueno

Si siempre estás enfadado contigo mismo, es hora de que cambies.

En lugar de centrarte en lo que tienes de malo, busca lo que tienes de bueno. Por ejemplo: si eres estudiante, céntrate en tu capacidad para aprender y estudiar duro. Si eres padre, céntrate en tu actitud cariñosa y atenta hacia tu familia.

Si no se te ocurre nada bueno de ti mismo, intenta encontrar a alguien que te diga lo que le gusta de ti. El objetivo es concentrarte más en lo positivo que en lo negativo.

5) Expresa tu rabia (pero sólo cuando te hayas calmado)

Reconozcámoslo: si estás enfadado contigo mismo, es importante que expreses tu enfado para desahogarte, pero no es el momento de arremeter contra ti mismo y culparte de todo lo que ha ido mal en tu vida.

En lugar de eso, intenta escribirte una carta a ti mismo o hablar con alguien sobre cómo te sientes. La clave aquí es expresar tu enfado de forma constructiva en lugar de simplemente desahogarte y gritarte a ti mismo.

Lo creas o no, si haces esto bien, podrás deshacerte de tu ira hacia ti mismo sin sentirte culpable por ello más adelante.

Reflexiones finales: es natural estar enfadado

¿Qué significa todo esto?

Por muy enfadado que estés contigo mismo, por mucho que te culpes de tus errores, debes recordar que está bien enfadarse a veces ¿Por qué?

Porque eres humano. Y tienes derecho a enfadarte con cualquiera, incluso contigo mismo.

Sin embargo, debes recordar que debes expresar tu ira de forma sana y no dejar que te controle.

Así que inténtalo, sigue los consejos anteriores y no sólo te sentirás menos enfadado contigo mismo, sino también más seguro y feliz.




Billy Crawford
Billy Crawford
Billy Crawford es un escritor y bloguero experimentado con más de una década de experiencia en el campo. Le apasiona buscar y compartir ideas innovadoras y prácticas que puedan ayudar a las personas y las empresas a mejorar sus vidas y sus operaciones. Su escritura se caracteriza por una combinación única de creatividad, perspicacia y humor, lo que hace de su blog una lectura interesante y esclarecedora. La experiencia de Billy abarca una amplia gama de temas, incluidos los negocios, la tecnología, el estilo de vida y el desarrollo personal. También es un viajero dedicado, habiendo visitado más de 20 países y contando. Cuando no está escribiendo o viajando por el mundo, a Billy le gusta practicar deportes, escuchar música y pasar tiempo con su familia y amigos.