10 sencillos pasos para separarte de tus pensamientos

10 sencillos pasos para separarte de tus pensamientos
Billy Crawford

¿Desprenderte de tus propios pensamientos? ¿Es eso posible?

A veces es incluso beneficioso, si no necesario.

Para ello, hay que cuestionar las ideas preconcebidas y abrir la mente, creando un espacio más libre para los pensamientos.

¿Los resultados?

Una mente más limpia que se ha liberado de cualquier atadura que pudiera haberla encadenado.

Al fin y al cabo, aunque tengas una mente, no eres tu mente.

Debes ser tú quien controle tus pensamientos, no al revés.

Pero la mayoría de las veces dejamos que nuestros pensamientos nos dominen y controlen todas nuestras acciones.

He aquí cómo puedes desprenderte de estos pensamientos y vivir una vida más libre y auténtica.

10 pasos para lograr un verdadero desapego de tus pensamientos

1) Concéntrese en las cosas pequeñas

Cuando tu mente está apegada a algo, suele ser porque está preocupada. Y cuando está preocupada, suele ser por algo grande.

Ya se trate del futuro dentro de 20 años o de un plazo inminente, estresarse por estas cosas sólo conseguirá agobiarle aún más.

El primer paso para desvincularse es dar un paso atrás y dejar de pensar siempre en esas cosas. Sólo entonces podrás dedicarte de verdad a lo que es importante en ese momento.

Esa es a la vez la ironía y la belleza del desapego.

Despréndete de lo que no es urgente para centrarte en lo que sí lo es.

En resumen: despréndete del pasado y del futuro para vivir el momento.

No sólo será más productivo, sino que también protegerá su salud mental y emocional.

2) Tómatelo con calma cuando cometas errores

Cualquier acción comienza con el reconocimiento.

Por lo tanto, otro paso importante en tu camino de desapegarte de tus pensamientos es reconocer qué es exactamente lo que quieres cambiar, o de lo que quieres desapegarte.

Recuerde que el cambio siempre es gradual.

Ver también: 15 señales de que la energía negativa abandona el cuerpo

Así que no te castigues si vuelves a caer en viejos hábitos o te cuesta desprenderte de tus apegos.

En lugar de eso, respira hondo, date una palmadita en la espalda y vuelve a intentarlo. Elógiate por haber dado pasos para ser mejor persona.

Ser demasiado duro consigo mismo sólo retrasará aún más su desarrollo personal.

3) Gestione sus emociones de forma saludable

Un paisaje emocional estable es un requisito previo para el desapego. Necesitas tanto aceptar incondicionalmente tus emociones como no dejar que se te vayan de las manos y te controlen.

Según mi experiencia, la gente tiende a ignorar, reprimir o alejar sus emociones negativas.

Sin embargo, en lugar de menospreciarte por sentirlas, intenta ver estas emociones negativas de la siguiente manera: nos proporcionan información clave sobre la situación en la que nos encontramos.

Del mismo modo que el dolor físico puede ser síntoma de una enfermedad más profunda, las emociones son la forma en que el cerebro nos indica que algo va mal y pueden darnos pistas sobre lo que debemos hacer en su lugar.

Digamos que sientes celos. En lugar de restarles importancia o reprimirlos, acepta que los sientes así y reflexiona sobre ellos:

  • ¿Qué hace mi pareja que me da celos?
  • ¿Temo que me abandonen?
  • ¿Realmente necesito sentir celos, o puedo adoptar un enfoque diferente para resolver esta situación?

Cuanto más reprimas tus emociones, más se agravarán. Pero si las aceptas y las procesas sanamente, al final podrás dejarlas ir.

4) Aprender a afrontar la incertidumbre

Nada puede estresarte tanto como la incertidumbre. Por aquel entonces, solía estar obsesionada con cómo deberían ser las cosas, y estoy segura de que muchos de vosotros os sentís identificados.

Sin embargo, esta mentalidad sólo hará que te obsesiones con el futuro. Familiarízate con la incertidumbre y acepta que sólo puedes controlar hasta cierto punto.

Siempre habrá cambios inesperados o emergencias repentinas. Las cosas no siempre saldrán como uno quiere.

Concéntrese en el presente y acepte los retos tal y como vienen. En esencia, tenga una actitud de "pase lo que pase".

No sólo te volverás más adaptable y desarrollarás una mente más fuerte, sino que, al estar más en paz con lo que ocurra, estarás en mejor posición para superar lo que te depare el futuro.

5) Canalizar la energía hacia algo productivo

El apego engendra pensamientos negativos que, a su vez, propagan el estrés y la energía negativa por todo tu sistema.

¿El truco? Aprender a canalizar esta energía hacia algo productivo.

He aquí un ejemplo clásico: la sangre bombea por toda la rabia que sientes en ese momento... Inténtalo:

  • Haciendo ejercicio;
  • Escribir;
  • Limpieza;
  • Salir a pasear;
  • Hacer ese trabajo que has estado dejando de lado...

Todas ellas son salidas estupendas y productivas para esa energía.

6) Cambie de hábitos

El desapego requiere tanto "hacer" como "pensar". Piense que se trata de un proceso que no consiste tanto en superar los pensamientos negativos como en establecer nuevos hábitos.

Al fin y al cabo, centrarse en el aspecto mental no garantiza un cambio de comportamiento. Pero, según mi experiencia, un cambio de comportamiento siempre cambiará también su psicología.

Para empezar, plantéate hábitos en los que no haya nada que tengas que "superar". Cosas intrascendentes o para las que ya tengas sentimientos positivos.

Tanto si se trata de hábitos relacionados con su mascota, sus plantas o su rutina de ejercicios, empiece con algo ligero y luego vaya adquiriendo hábitos más importantes.

7) No te pares a pensar

La detención del pensamiento se produce cuando estás demasiado obsesionado con la búsqueda de pensamientos negativos y demasiado ansioso por eliminarlos. Aunque pueda parecerlo, esto no es en realidad de lo que trata la atención plena.

En realidad, es contraproducente porque sigues pensando en pensamientos negativos, sigues demasiado apegado a ellos.

En última instancia, esto hace que sea más probable que los padezcas, y que sigan teniendo efectos significativos sobre ti.

Como mínimo, sigue distrayéndote de esfuerzos más productivos, como crear nuevos hábitos.

La atención plena no sólo consiste en ser consciente de los pensamientos, sino también en estar en paz con ellos. En general, detener los pensamientos no es una forma saludable de enfrentarse a los pensamientos negativos.

De hecho, algunos psicólogos incluso piensan que intentar detener los propios pensamientos puede ser incluso más perjudicial que los propios pensamientos negativos.

8) Prueba a "ponerle nombre para domarlo"

Ponle nombre para domarlo" es una técnica mental del autor y psiquiatra Dr. Daniel Siegel.

Aquí puedes hacerlo:

Siempre que te encuentres en un patrón de pensamiento negativo, intenta "etiquetar" lo que estás sintiendo. Piensa en la emoción o los pensamientos que estás teniendo como en una historia; intenta ponerle un título o incluso resumirla.

Rápidamente te darás cuenta de que muchos de tus pensamientos son repetitivos y, en esencia, cuentan la misma historia.

Por ejemplo, una inseguridad que aparece con frecuencia es algo así como: "¿Quién soy yo para dar consejos de salud mental en Internet? ¿Eres perfecto? ¿Lo sabes todo?".

Obviamente, no es una forma sana de pensar. Así que cuando surgen estos pensamientos, me digo: "Ah, otra vez esa historia de la duda sobre uno mismo. La trama gira en torno a la inseguridad y el autosabotaje".

Al hacerlo, me permito dar un paso atrás para ver la situación desde una perspectiva más amplia y menos personal. Entonces, es mucho más fácil respirar hondo y darme cuenta de que sólo son mis pensamientos, no la realidad.

Entonces puedo dejar de prestarle atención, dejarlo pasar y continuar con mi día.

9) Lleve un diario

Los diarios son esencialmente registros de pensamientos, por lo que son herramientas increíbles para cambiar los patrones de pensamiento negativos y los problemas de apego.

Una vez más, escribir tus pensamientos destructivos te ofrece una perspectiva externa de los mismos, por lo que te resultará mucho más fácil identificar y analizar qué pasa por tu cabeza y qué los provoca.

Por ejemplo, la primera vez que intenté hacerlo fue cuando me rechazaron en la primera cita y me sentí mal conmigo misma.

Anoté cómo recordaba que había transcurrido la cita, al tiempo que tomaba nota de mi proceso de pensamiento durante cada acontecimiento y cada intercambio. También intenté anotar cualquier reacción física que hubiera tenido.

Al final de la noche, me di cuenta de que tenía menos que ver conmigo y más con él. Corregí todos mis pensamientos irracionales: ¡un rechazo no significa que sea fea o que no me quieran!

10) Hable consigo mismo

Los pensamientos negativos tienen un objetivo: controlarte, apoderarse de tu comportamiento.

Así que, cuando aparezcan, ¿por qué no responder? Dile: "Vale, gracias por compartirlo". Y luego sigue con el resto del día.

Puede parecer una tontería, pero en realidad es una forma muy eficaz que tienen algunas personas de librarse de estos pensamientos.

Los pensamientos son internos, hablados en lo más profundo de la conciencia. Al exteriorizar la reacción a ellos a través del habla, se reafirma el control sobre el propio cuerpo y el propio comportamiento.

Ver también: "No tengo amigos íntimos": 8 razones por las que te sientes así

Esto puede ser más fácil de decir que de hacer, sobre todo para quienes son más obsesivos con sus pensamientos y suelen darles rienda suelta en cuanto surgen.

Sé consciente en todo momento, pero no hasta el punto de dejar de pensar, y detente antes de caer en una espiral de negatividad.

¿Qué entiende exactamente por desapego?

Según el Diccionario Oxford, el desapego es "un estado de ser objetivo o distante".

Aunque ser objetivo es poderoso e importante, ser distante no siempre es la mejor idea. Porque cuando eres distante, no estás en sintonía ni con tus emociones internas ni con los acontecimientos externos que te rodean.

En otras palabras, cuando eres distante, no te importan tus acciones, decisiones, relaciones... en realidad, nada. Eso no es lo que intentamos hacer cuando hablamos de desapego.

No se equivoque: ser objetivo no significa tener una inversión emocional nula en todo momento.

De hecho, si quieres algo, más vale que estés emocionalmente motivado para conseguirlo.

Irónicamente, si quieres estar completamente concentrado e implicado en algo, tienes que desprenderte de verdad de las cosas que te distraen. Esto incluye el resultado de cualquier empresa en la que estés. Porque cuando estás obsesionado con el resultado, no serás capaz de darlo todo en el proceso.

¿El mejor consejo que he recibido sobre cómo hacerlo?

Imagínate que eres actor, un actor muy, muy bueno, de los que ganan un Oscar.

Puedes sumergirte por completo en el papel -es decir, en tus objetivos y planes- desde un punto de vista emocional y psicológico, pero también puedes dar un paso atrás y ver las cosas desde una perspectiva objetiva y externa.

Así es como te desprendes.

Cómo le benefician el desapego y la atención plena

Estarás en mejores condiciones para alcanzar tus objetivos

El camino hacia cualquier sueño está lleno de todo tipo de retos. ¿Pero no será más fácil si tú mismo no eres uno de esos retos?

Estar demasiado apegado a las cosas sólo te impedirá alcanzar tu objetivo. Serás más propenso a tener pensamientos negativos y comportamientos compulsivos.

El desapego y la práctica de la atención plena te garantizan una base mental más sana y estable, que te permitirá darlo todo.

Una mente más aguda, fuerte y feliz

Con menos estrés y ansiedad, tu mente tiene más espacio para desarrollar todo su potencial.

Aumentará su resistencia y claridad mental, y podrá trabajar durante más tiempo y con mayor eficacia.

Pero no se trata sólo del trabajo. Sin una mente ahogada en "y si..." y "debería...", también disfrutarás y apreciarás otras cosas a un nivel más profundo.

Ahora que eres menos propenso a los pensamientos destructivos, tu mente aprenderá a apreciar aún más las experiencias positivas.

Pasear al perro, comer, charlar un rato con los amigos y pasar tiempo con la pareja: ¡todo será más gratificante!

Estarás menos estresado

El estrés mata. Y creo firmemente que la mayor parte de nuestro estrés proviene de la falta de desapego. Al fin y al cabo, nos preocupamos y estresamos demasiado por las cosas porque estamos demasiado apegados a ellas.

El estrés es una emoción derrochadora y contraproducente. No sólo te hace gastar energía en cosas que no deberías, sino que también te distrae de las cosas en las que deberías centrarte.

El desapego te permite dejar atrás el pasado, aceptar el futuro y atesorar el presente.

Antes de que te despegues de este artículo...

Tenga siempre presente que su mente es probablemente la mayor parte de lo que usted es. ¡Manténgala limpia, clara y sana y el resto de su vida le seguirá!

Espero que los consejos anteriores te ayuden de algún modo u otro. Siempre que sientas que la negatividad brota de tu interior, intenta aterrizar en el momento presente.

Recuerda: son sólo pensamientos, no la realidad.

Tus pensamientos no son tú, no te controlan a ti, ¡tú los controlas a ellos!

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Billy Crawford
Billy Crawford
Billy Crawford es un escritor y bloguero experimentado con más de una década de experiencia en el campo. Le apasiona buscar y compartir ideas innovadoras y prácticas que puedan ayudar a las personas y las empresas a mejorar sus vidas y sus operaciones. Su escritura se caracteriza por una combinación única de creatividad, perspicacia y humor, lo que hace de su blog una lectura interesante y esclarecedora. La experiencia de Billy abarca una amplia gama de temas, incluidos los negocios, la tecnología, el estilo de vida y el desarrollo personal. También es un viajero dedicado, habiendo visitado más de 20 países y contando. Cuando no está escribiendo o viajando por el mundo, a Billy le gusta practicar deportes, escuchar música y pasar tiempo con su familia y amigos.