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¿Sientes que algo malo va a ocurrir?
Lo más probable es que no sea el único que tiene esa sensación. Muchos de nosotros sentimos a veces que podemos enfermar, tener un accidente o meternos en problemas en el trabajo.
Nuestra intuición, en efecto, nos avisa de las cosas malas que se nos vienen encima para que podamos evitarlas.
Pero puede haber otras razones subyacentes por las que sientas que algo malo está a punto de ocurrirte. Y no tienen nada que ver con tu intuición.
¿Desea conocerlos?
Estas son las 10 razones por las que sientes que algo malo va a ocurrir.
1) Tienes creencias básicas negativas
Las creencias fundamentales son algo que todos tenemos. Se originaron en la infancia, cuando nuestros padres o tutores eran todo nuestro mundo. Fueron ellos, las personas que nos cuidaron, quienes formaron nuestras creencias fundamentales.
Estas creencias son fundamentales porque, a nivel subconsciente, pueden dictar cómo percibimos el mundo y a las personas de nuestra vida. Si desde pequeño aprendiste que el mundo es peligroso, es más que probable que a menudo sientas que van a ocurrir cosas malas.
La buena noticia es que las creencias básicas pueden deconstruirse y transformarse en algo positivo.
Así que si trabajas en ellas, sabrás que puedes confiar en tu intuición la próxima vez que tu instinto te advierta de algo. No será sólo la representación de tus creencias básicas, sino una advertencia real.
2) Le preocupa el futuro
Todos hemos pasado por eso. Puedo perder un día entero sintiéndome nerviosa cuando tengo una cita con el médico.
La ansiedad anticipatoria es el término médico para el miedo al futuro. He aquí algunos ejemplos de ella:
- Nervios antes de una entrevista de trabajo;
- Preocuparse por el rechazo de un ser querido;
- Tener pánico a los plazos y a las consecuencias si no conseguimos hacer las tareas a tiempo.
Todo el mundo experimenta ansiedad anticipatoria, y es lo más normal y humano que se puede sentir. Sin embargo, nuestra respuesta a ella puede variar, y aquí es donde entra en juego el "instinto".
Si tu ansiedad se desencadena todo el tiempo por acciones que tienes que realizar a diario, es hora de que busques ayuda de un profesional.
Todos los síntomas pueden controlarse, y confiarás aún más en ti mismo y en tu sexto sentido si aprendes a reducir la ansiedad anticipatoria.
3) Se siente abrumado
Cuando uno se siente abrumado, es difícil pensar con claridad y tomar decisiones razonables. Hay algunos factores que pueden contribuir a sentirse abrumado en la vida:
- Tensión financiera;
- Incertidumbre;
- Limitaciones de tiempo;
- Cambios de vida repentinos;
Y mucho más.
Sentirse abrumado puede provocar ansiedad y desencadenar nuestros sentimientos viscerales en la vida cotidiana. Si luchas por mantener tus límites intactos, también puede ser el origen de sentir que algo malo está a punto de ocurrir.
La solución es sencilla: tómate algo de tiempo para ti, establece nuevas rutinas saludables y crea al menos cierta estabilidad en tu vida. Algo en lo que puedas confiar. De este modo, podrás volver a confiar en tu instinto.
4) Estás desorientado o confuso
Intenta pensar en la última vez que te sentiste confuso sobre qué hacer o qué decir.
Aunque podría haberle ocurrido sólo una vez en la vida, algunas personas lo experimentan con regularidad. He aquí algunos ejemplos de cuándo uno se siente desorientado:
- Tener problemas para conectar el habla con los pensamientos;
- Sentirse perdido y tener problemas para entender dónde se está;
- Olvidar cosas que tienes que hacer o hacer cosas que no tienes que hacer;
- Experimentar emociones fuertes de repente.
Por supuesto, con este tipo de ocurrencias, sentirás que algo va mal.
Lo peor es que tu mente empezará a intentar encontrar un origen para estos "síntomas", por lo que llegarás a todo tipo de conclusiones que te inducirán a la ansiedad.
Mi consejo es que hables con alguien de confianza y le pidas consejo, o que acudas a algunas sesiones de terapia, y esto puede ayudarte a sentirte mucho mejor muy pronto.
5) Puede que estés consumiendo demasiados contenidos negativos
Hoy en día, hay demasiados contenidos traumatizantes en Internet con los que te puedes topar al desplazarte.
Y una vez que ves algo que te provoca fuertes emociones negativas, puede dejar un impacto perjudicial en tu bienestar mental.
Esto, por supuesto, sin tener en cuenta la naturaleza adictiva de las redes sociales en general. Puedes estar todo el día haciendo scroll, de un acontecimiento catastrófico al siguiente.
Aunque es bueno estar al día de lo que ocurre en el mundo, es aún mejor dar prioridad a nuestra salud mental. Por eso algunas personas se hacen una "desintoxicación de las redes sociales" de vez en cuando, con el objetivo de volver a poner las cosas en perspectiva.
Sentir que algo horrible está a punto de ocurrir todo el tiempo puede ser consecuencia de leer y ver las noticias durante horas.
6) Prevés tener una mala experiencia
Si vas a subirte a un avión por primera vez y lo único que conoces son las historias negativas sobre los vuelos en avión, lógicamente sentirás que algo va a salir mal. Ocurre lo mismo con cualquier actividad: el paracaidismo, el surf e incluso una clase de Zumba pueden hacerte sentir así.
Nuestro cerebro suele estar en contra de que hagamos un cambio o nos lancemos a la aventura, así que es fácil que nos lancemos al peor de los escenarios. Sin embargo, conocer sólo las cosas malas disparará tu ansiedad y quizá limite tus experiencias.
Puedes empezar a aprender la diferencia entre intuición y pensamiento catastrófico cambiando el enfoque de lo malo a lo positivo.
7) Puede tener efectos secundarios del abuso de sustancias
No creo que haga falta explicar mucho éste. Muchas sustancias y medicamentos pueden tener efectos secundarios perjudiciales, como pavor, ansiedad, ataques de pánico y mucho más.
La cafeína y el azúcar también pueden desencadenar ansiedad o incluso provocar problemas de sueño, lo que a su vez hará que te sientas menos feliz.
No es ningún secreto que las sustancias adictivas acentúan la ansiedad y las emociones negativas, haciendo que las personas que las toman sientan pavor. Esto es especialmente cierto en el caso de las personas con enfermedades mentales subyacentes, como tendencias paranoides o esquizofrenia.
Ser consciente de las cosas y sustancias que te provocan ansiedad es lo mejor que puedes hacer. De ese modo, aunque te sientas ansioso, serás capaz de discernir de dónde procede esa sensación. El origen de la sensación puede ayudarte a controlar todos los síntomas.
8) Eres propenso a pensar demasiado
Pensar demasiado puede ser el mayor adversario de tu mente. Crea una autocrítica interior que teme y menosprecia todo, incluido a ti mismo.
Pensar demasiado añade una complejidad innecesaria y agrava los problemas. Como consecuencia, vives con miedo y tu salud mental empeora.
En lugar de pensar demasiado cada vez, hazte una pregunta directa: "¿Cómo sé que lo que pienso es cierto?".
La mayoría de las veces, hacemos suposiciones que nunca se cumplen. Recuérdalo.
9) Supones demasiado rápido
Sacar conclusiones precipitadas es una de las peores cosas que puedes hacer porque te lleva a interpretar situaciones sin tener toda la información relevante.
Y lo peor es que reaccionas a tus conclusiones en lugar de a los hechos reales. Es una pendiente resbaladiza.
Por ejemplo, tu pareja llega a casa con semblante serio y no habla mucho. En lugar de preguntarle cómo se siente y si le pasa algo, asumes de inmediato que está enfadada contigo.
En consecuencia, mantienes las distancias.... Cuando en realidad, tu pareja simplemente ha tenido un mal día en el trabajo, y más que nada, necesita algo de apoyo por tu parte.
He sido culpable de intentos de "leer la mente" en el pasado, y puedo asegurarle que hay mejores maneras de hacerlo.
Empieza por preguntar qué está pasando y si no tiene nada que ver contigo. Luego, sabiendo cómo es la situación en la realidad, y no en tu cabeza, puedes intentar ayudarles o dejarles tranquilos hasta que vuelvan a estar de mejor humor.
10) Puede que en realidad padezcas un trastorno de la personalidad
Algunas personas ven el mundo de forma diferente a otras, y eso está bien.
Se convierte en un problema cuando la visión del mundo de alguien le impide llevar una vida normal y feliz.
Las personas con trastornos de la personalidad tienen más dificultades para adaptarse a la vida cotidiana que la mayoría, estén diagnosticadas o no.
En algunos casos, determinados trastornos de la personalidad pueden hacer que uno perciba el peligro. Por ejemplo:
- Las personas con tendencias paranoides creen que los demás conspiran contra ellas y que individuos malévolos gobiernan el mundo;
- Las personas con tendencias esquizofrénicas pueden percibir el peligro de formas inusuales, como oír que la televisión les habla;
- El trastorno límite de la personalidad puede hacer que los individuos reaccionen de forma exagerada y se sientan amenazados por acontecimientos menores debido a una hipersensibilidad.
Tengo tendencia a sentirme ansiosa, así que a veces esto se traduce en pensar que las cosas nunca irán bien. Una vez que sabes hacia dónde gravitas, puedes trabajar para mejorar.
Pero si crees que necesitas una segunda opinión sobre tu situación, no dudes en pedir ayuda.
¿Por qué mi imaginación sobre cosas malas es tan activa?
Puede que te estés imaginando que algo malo te está ocurriendo porque estás ansioso, o te falta sueño, o te ha sucedido una cadena de acontecimientos negativos, y te cuesta sentirte bien en general.
Pero en algunos casos, podrías estar experimentando una distorsión cognitiva, lo que se llama "catastrofismo".
Mientras catastrofiza, la persona imagina lo peor a partir del estímulo más mundano e inofensivo, por ejemplo, encontrar un lunar y pensar que es cáncer.
Ver también: 22 señales subconscientes de que un chico se siente atraído por tiAunque esto pueda parecer inofensivo, en realidad este tipo de pensamientos negativos consumen mucho la mente y son frustrantes.
Si crees que eres propenso a la "catastrofización", es aconsejable que busques ayuda profesional. Y con esto me refiero simplemente a encontrar un terapeuta de confianza y afrontar esta situación con su ayuda.
¿Preocuparse por algo puede hacer que suceda?
Contrariamente a la creencia popular (TikTok), no.
Si te preocupas constantemente por algo, seguro que no lo estás manifestando.
Sin embargo, puede hacer que te sientas mal y ansioso contigo mismo y con el mundo.
Lo peor de todo es que preocuparse constantemente puede llevarte a fracasar en algo en lo que realmente quieres tener éxito, como un examen final en la universidad, por ejemplo.
Porque si te pasas todo el tiempo preocupándote, ¿cuándo vas a preparar realmente los exámenes?
Estas son algunas cosas que puedes hacer para disminuir esa sensación catastrófica en el pecho:
- Considera la posibilidad de incorporar prácticas de meditación y atención plena a tu rutina diaria;
- Reconoce todas las emociones que estás experimentando;
- Escribe todo lo que sientes sin juzgarlo;
- Determine si la sensación es constante o varía en intensidad y frecuencia;
- Piensa si este sentimiento es recurrente en tu vida;
- Respira profundamente y observa si la sensación disminuye cuando realizas otras actividades;
- Considera la posibilidad de contratar a un profesional de la salud mental para que te ayude a gestionar tus sentimientos.
- Participe en actividades que generen un sentimiento de productividad y positividad opuesto a las emociones negativas;
- Céntrate en actividades que te hagan sentir que tienes el control, como crear algo artístico o hacer ejercicio físico;
- También es importante mantenerse hidratado y nutrido bebiendo agua y comiendo algo nutritivo.
¿Cómo hacer frente a la sensación de fatalidad?
Enfrentarse a una sensación de fatalidad inminente puede ser difícil, pero hay medidas que puede tomar para controlar estos sentimientos.
1) Adopte una actitud positiva
Una mentalidad positiva implica centrarse en los aspectos positivos de la vida y anticipar resultados favorables.
No significa ignorar los aspectos negativos de la vida, sino centrarse más en los positivos.
Ver también: Me siento mal por esto, pero mi novia es feaAquí tienes algunos consejos que te ayudarán a adoptar una mentalidad positiva:
- Lleva un diario de gratitud;
- Hable positivamente de sí mismo;
- Identifique los desencadenantes que contribuyen al pensamiento negativo y trabaje para eliminarlos;
- Rodéate de gente positiva;
- Céntrese en las oportunidades y ventajas que presentan los retos y los objetivos.
Aunque los fracasos y los contratiempos forman parte natural de la vida, tener una actitud positiva puede aumentar las probabilidades de éxito.
No siempre me ha resultado fácil centrarme en las cosas buenas, pero es importante cambiar la mentalidad hacia el positivismo si quieres dejar atrás la sensación de "algo malo está a punto de ocurrir".
2) No crea todo lo que piensa
Soy un pensador empedernido.
Convierto cada situación en algo mucho peor de lo que es y me paso horas pensando en cómo podría haber respondido a ese tipo en lugar de en lo que realmente dije.
Duh...
Este problema me molestó durante mucho tiempo, y decidí que era esencial para mi salud mental que dejara de seguir cada pensamiento que tenía en la cabeza.
Debemos cuestionar nuestra forma de pensar, sobre todo si somos propensos a la ansiedad y a la sensación de fatalidad. Así que, en lugar de aceptar lo que te dice tu mente, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Hasta qué punto sus pensamientos se ajustan a la realidad?
- ¿Siempre has tenido razón sobre cómo son las cosas?
- ¿Cuáles podrían ser algunos resultados positivos en esta situación?
Si te desafías a ti mismo a menudo, tu mentalidad cambiará y dejarás espacio para más emociones positivas.
A mí me ayudó, así que a ti también te ayudará, al menos hasta cierto punto.
3) Cuide su salud física y emocional
Fue una gran revelación para mí, pero ¿sabías que la actividad física puede reducir el estrés, la ansiedad y la fatiga?
Si practicas deporte con regularidad, tu autoestima también mejorará, lo que te ayudará mucho con los sentimientos de temor.
Acompáñalo de unos hábitos nutricionales buenos y equilibrados, ¡y empezarás a mejorar significativamente tu vida!
Si reconoces que tus sentimientos tienen su origen en la ansiedad, puedes tomar medidas para recuperar el control haciendo lo siguiente:
- Respirando hondo;
- Manteniéndolo así de tres a cinco segundos;
- Exhalando lentamente;
- Repetirlo al menos diez veces.
Este sencillo ejercicio de respiración puede ayudar a reducir la tensión arterial y la frecuencia cardiaca y a que el sistema nervioso pase de un estado de lucha o huida a otro de calma.
Además, identificar los factores desencadenantes y participar en actividades que alivien el estrés y le aporten alegría y paz también puede ser beneficioso para la gestión diaria del estrés.
4) No dude en buscar ayuda profesional
Reconocer los pensamientos irracionales no siempre evita que nos sintamos ansiosos. Afortunadamente, la terapia ofrece un espacio para explorar las raíces de estos pensamientos e imaginar una vida sin ellos.
Su terapeuta le indicará las herramientas que puede utilizar para controlar estos pensamientos irracionales y, al mismo tiempo, abordar los síntomas de forma eficaz. Con el tiempo, ya no tendrá que vivir con ansiedad y miedo.
Personalmente, me beneficié mucho de la terapia. Pude desprenderme de mis viejas creencias inútiles (pero muy poderosas) y adoptar una nueva visión positiva del mundo.
Pide ayuda y te sorprenderás de lo fácil que es empezar a vivir una vida mejor y más feliz.
En pocas palabras
Sentir una fatalidad inminente puede ser una experiencia angustiosa y abrumadora, y yo me he sentido así en el pasado.
Sin embargo, siempre hay luz al final del túnel. Con las herramientas adecuadas, puedes gestionar y superar la frustrante sensación de "algo malo está a punto de ocurrir".
Recuerde que dar prioridad a su salud mental y a su bienestar es fundamental para llevar una vida plena y equilibrada, y que tomar medidas proactivas para controlar los sentimientos de fatalidad inminente es una parte importante de ese camino.
No dude en pedir ayuda si los síntomas son abrumadores, sobre todo si siente dificultad para respirar, náuseas o un dolor de cabeza intenso y duradero. Es conveniente descartar una enfermedad física antes de centrarse en la salud mental.